Catedráticos y expertos en las distintas disciplinas relacionadas con la salud como la Psicopatología aseguran que la felicidad, entendida no sólo en su acepción abstracta y utópica, sino en su sentido más cotidiano y realista, contribuye de forma clara y contundente en la longevidad del ser humano.
En este sentido, el experto asegura que un mismo acontecimiento puede ser percibido como feliz o desgraciado, dependiendo de la actitud positiva o negativa de la persona que lo vive, por lo que en la consecución de la felicidad, no es una entelequia o una meta inalcanzable, sino una decisión interna del propio ser humano.
De hecho, las personas que reconocen ser felices presentan un aspecto más saludable e incluso un mejor estado general de salud que aquellas otras que colocan la felicidad fuera de sus vidas, como una meta que pretenden alcanzar –dando así por hecho que no la tienen-
Conseguir ser feliz es un estado anímico que las relaciones afectivas, la creatividad, el humor y los sentimientos altruistas, otorgan con mayor facilidad. Por ello, son valores que conviene no sólo potenciar sino intentar mantener en una posición dominante de nuestra rutina.
Afortunadamente, las nuevas tendencias en el campo de 
Así también, diversas disciplinas como lo son las diferentes Terapias Alternativas y Complementarias como Reiki han tomado la dirección inequívoca hacia la introspección, a un real y óptimo reencuentro con uno mismo logrando así volver a contactarnos con los valores positivos existentes en el individuo para identificarlos, potenciarlos y usarlos en beneficio del propio paciente.
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