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miércoles, 30 de septiembre de 2015

PERMITIRNOS ESTAR TRISTES



Somos felices cuando tenemos proyectos, sueños que hemos cumplido, cuando capitalizamos las vivencias de la vida y las transformamos en aprendizaje y desarrollo de nuestros potenciales y cualidades, cuando apreciamos el regalo de la vida a cada instante: por cada mañana de sol, por cada día de lluvia en compañía de los seres queridos, por estar vivos un día mas con todas sus posibilidades, cuando lo vivido y aprendido nos sirve para dar una mano a otros que estan pasando momentos de angustia o desesperacion, etc
Es verdad, como nos dice la "autoayuda" que ser felices es una eleccion de instante en instante. Pero no debemos confundir ser felices con estar contentos o tristes. Estar contentos o tristes tiene que ver con lo que estemos viviendo, con las circunstancias que nos rodean en ese momento. Podemos ser felices, y estar tristes. Estar tristes, hoy, en este instante...
Escuchaba hace unos dias a una psiquiatra especialista en adicciones que advertía sobre un mensaje que distintas disciplinas arrojan sobre: perdonar,ser positivos, ser amorosos todo el tiempo,las 24hs todos los días,etc. Mensajes que mal abordados pueden traer mas daño que alivio.
Es como si en esta era de la "Autoayuda", el mensaje a veces fuera que NO PODES estar mal, no podes estar triste, o enojado, etc. Esto lleva a que cuando llegan momentos dificiles la tendencia sea evitarlos, ignorarlos...evadiendo con lo que tengamos a mano: la adicción a la comida, las drogas,etc y la lista puede ser muy larga...
Estoy hablando de momentos, etapas o períodos de tiempo que antes o después pasarán. Tanto la alegría como la tristeza son emociones básicas de todo ser humano y ambas deben sentirse y vivirse intensamente.
Los profesionales de las diversas disciplinas, sobre todo los que pertenecemos a  la holistica con todo su abanico de opciones:  facilitadores en UCDM, Reiki, Meditaciones, etc etc debemos tener mucho cuidado en los mensajes que transmitimos y como. Es absolutamente valido y sano sentir la tristeza, permitirnos estar mal, enojados, reconocer el dolor y vivirlo con naturalidad, adentrarnos en el, sin medirlo, ni clasificarlo, metiéndonos en el, dejando que fluya... como dice OSho
“Sanamos de un sufrimiento sólo al experimentarlo en su totalidad”. Marcel Proust
Cuando la vida te da limones:
Cuando nos toca lidiar con el lado oscuro de la vida, cuando nos toca lidiar con rupturas, perdidas, diversas situaciones dolorosas o que sentimos injustas, muerte, etc nos invaden sentimientos de enojo, dolor, impotencia y entonces, tenemos que sentir como cuando estamos felices. Tenemos que permitirnos sentir eso que estamos sintiendo, no reprimirnos, llorar, enojarse, escribir, desahogarnos, quedarnos en silencio, etc
Este proceso nos va a llevar a la aceptacion y recién ahí podremos entender cual es el mensaje para capitalizar de la experiencia, que podemos sacar en limpio, que hay de positivo en la experiencia.
La tristeza nos viene a ayudar a sanar también y para ello tenemos que ser pacientes, meternos en esas aguas, vivir el proceso, darnos el tiempo para volver a estar bien. Es importante que podemos entender que no elegimos lo que nos pasa, ni tampoco las emociones asociadas a eso. Pero si podemos elegir como significarlo o resignificarlo, los pensamientos y estados de animo asociados a eso. Podemos elegir si, al final del proceso esa experiencia nos transformara para nuestro mayor bien y el de los que nos rodean .
"Ser" no es lo mismo que "estar". Es conveniente para nuestra salud permitirnos los estados de tristeza, lo que si debemos controlar es no quedar atrapados, resignados en ellos.  Pero cuando viene un revés de la vida, debemos dejar que esa flor haga todo su proceso para florecer y para que la oruga se transforme en mariposa...


jueves, 24 de septiembre de 2015

EL VALOR DE SER AUTENTICOS



Ser auténtico es ser uno mismo en toda la expresión y en toda la extensión con todo lo que soy. Ser uno mismo es la única vía hacia la sanidad porque solo siendo auténticos sanaremos, creceremos, trascenderemos...Será nuestra autenticidad la que traiga de manera pura, clara, limpia a las personas y aprendizajes correctos: "esos", justo "esos" que necesita mi alma y no otros...
Ser uno mismo de manera total y absoluta es sinónimo de calidad de vida, sanidad y plenitud...
 Ser auténticos es volver a la inocencia, a la pureza, volver a anclarme en mi poder personal, sin temores a los juicios, sin enfocarme en agradar a todos todo el tiempo, es caminar por la vida libres, plenos y ligeros de equipaje...

Cuando comenzamos a transitar caminos asociados a la holística: sanación desde lo espiritual, al despertar de conciencia, etc es bastante común caer en el error de creer que es nuestro deber ser mucho más "buenos" de lo que somos... De éste modo, el remedio es peor que la enfermedad.
Se acrecienta la culpa, se agranda la sombra por no poder ser "lo suficientemente buenos, o santos, o puros,etc". Se engrosa la lista de la culpa por no poder superar un dolor, por no poder terminar de elaborar un enojo, o, simplemente por que más allá de no sentir ya enojo ni dolor, no tenemos ganas de volver a vincularnos con cierta gente.

De este modo nos alejamos de nosotros mismos, cometiendo el peor de los errores para nuestra salud integral y para nuestro despertar de conciencia también. Cada uno de nosotros tiene un potencial único e intransferible, al que solo podremos acceder desde nuestra autenticidad...
Alejarnos de nosotros mismos, de nuestro verdadero rostro es una de las actitudes que mayor sufrimiento nos causa, es poner en un pobre segundo lugar la grandeza que reside en nuestro interior.

Andar por la vida con la máscara de lo que no somos nos desgasta emocional , física y  psicológicamente, es tan antinatural como pretender cambiar el curso de un río o como plantar jazmines y querer rosas...

En el incomensurable esfuerzo por contentar a todos, por rendir excelente el examen de persona perfecta se pierde vitalidad, gracia, alegría, colmandose nuestra vida de frustración, depresión, angustia, ansiedad...y nos perdemos la maravillosa oportunidad de descubrir al Maestro Interior que ya somos y al cual se llega solo desde la autenticidad, desde la coherencia con uno mismo, que son, en definitiva, el verdadero amor a nosotros mismos.

Solo podremos llegar a ser todo lo maravilloso que somos en nuestro potencial, siendo quienes realmente somos, como niños, sin temores, amando nuestras fortalezas y debilidades.



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