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martes, 28 de mayo de 2013

NO ES NECESARIO QUE AYUDES A QUE SALGA EL SOL


Comenzamos a transitar el camino de Reiki y nos conectamos con el placer de servir, de ayudar, tal vez por primera vez en la vida. Comienzo a vivenciar cambios concretos en mi mism@, en mi energía vital, en el equilibrio de mis emociones, en una mayor claridad mental y un sentido de expansión nunca antes experimentado. No solo aprendo que lo que soy existe mucho más allá de mi cuerpo físico, sino que lo experimento, lomsiento, desde cada autoreiki y cada vez más hasta sentirlo más allá de mis prácticas de Reiki.

Todo me parece maravilloso, siento que mi realidad mejoró, que se produjeron notables cambios positivos, que mi visión de la vida, incluso de las verdades más sutiles cambió. A esto sumémosle que es muy frecuente que comiencen a interesarme otras herramietas de autoconocimiento compatibles con Reiki, que me hablan de las verdades más sutiles y enseguida quiero salir a "evangelizar" al mundo. Intento convencet a cuanta persona conozco de que haga Reiki, llevo mi discurso acerca de lo que está bien y está mal según mi propia interpretación a cuanto amigo y conocido veo pasando una situación reñida con lo armonioso...

Claro, todo esto lo hago desde mis ganas de ayudar. Pero me confundo y comienzo a obrar cual Maestro Ciruela, que con la mejor intensión comienza a revisar y hacerse cargo de la vida y del tiempo del desprtar de los demás interviniendo incluso con los tiempos naturales de las cosas y lo procesos.

Nunca florece algo a la fuerza, y el haber entendido y mejorado muchas cosas en nuestras vidas no nos habilita para iterrumpir o adelantar el proceso del " darse cuenta" del otro. No es necesario que ayudes al sol a que salga, dice Osho.
Es una dinámica aprendida, de tiempo...de muchos adultos dándo el pescado hecho y no enseñando a pescar. El autoconocimiento y la armonización sea con la disciplina o técnica que sea nos lleva a la mejor parte de miuesyra vida, a la armonía y completo bienestar, pero todo es un proceso y cada uno tiene sus tiempos.

 Además, ayudar No es "hacerte la tarea". Se entiende?. Ayudar, es contenerte ,sanarte ir viendo cuales son los tiempos del otro , implica "verlo" verdaderamemte al otro, no significa necesariamente resolverle el problema, más bien implica ayudarlo a encontrar la salida, darle pistas, sanarlo cuando le duele y en la medida que él me lo pida darle más.
De  hecho, Reiki enseña esto muy claramente al decirnos que debemos esperar que el otro nos pida que le hagamos Reiki. Es claro, no?. Porque nosotros también estamos transitando nuestro propio camino de aprendizaje, nuestra propia sanación y lo mejor que podemos darle al mundo es sanar cada vez más nosotros. Mi sanidad, sana a mi entorno, mi familia, al barrio, al mundo...

No es necesario que ayudes a que salga el sol.

lunes, 13 de mayo de 2013

REIKI Y TRATAMIENTO METAFISICO: TRAT. DEL PERDON

TRATAMIENTO DEL PERDON



Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Nadie puede arrebatarme jamás aquello que es mío por derecho propio.
Aunque es posible que no sepa cómo perdonar, me dispongo a comenzar el proceso, sabiendo que encontraré ayuda en todos los aspectos de mi vida.
Elijo perdonar a todo aquel que alguna vez haya hecho algo negativo.
 Éste es mi día del perdón.
 Me perdono por todo el daño que hice en el pasado, a mí y a los demás.
 Me libero de la carga de la culpa y la vergüenza.
 Me alejo del pasado  y vivo en este momento con alegría y aceptación.
 Ellos son libres y yo soy libre.
Somos uno con el poder que nos ha creado estamos seguros y a salvo
Y todo está bien en nuestro mundo.
                                                                                                      Amén

CUENTOS PARA DESPERTAR: LA TORTUGA CHARLATANA



Un soberano de la India muy amado de su pueblo, tenía un defecto enorme: era muy charlatán.
Su Gran Visir, hombre de gran sabiduría y discreción, estaba enormemente preocupado por el defecto del Rajá. Un día, mientras paseaba por los jardines del palacio, habló así:
- ¿Queréis que os cuente una historia, Majestad?
- Cuenta -replicó el soberano, que por rara casualidad aquel día no tenía muchas ganas de hablar.
- Hace muchos años -empezó el Visir,- vivía en un lago del Himalaya una tortuga. Dos patos silvestres que habían descendido a aquel lago para descansar un poco se hicieron amigos de la tortuga y le dijeron:
” – Amiga tortuga: el lugar donde nosotros vivimos, el Lago Hermoso, del Himalaya, es maravilloso, ¿Por qué no nos acompañas allí?
” – Pero ¿cómo podré llegar allí? -preguntó la tortuga.- Yo no puedo volar.
” – Te llevaremos nosotros -replicaron los patos.­ Pero has de conservar la boca cerrada y no hablar ni una sola vez.
” – ¡Oh, eso es muy sencillo!
” – Perfectamente, cógete con la boca a este palo, y nosotros sostendremos los extremos.
” Y diciendo esto, los dos patos cogieron con el pico un fuerte palo, de cuyo centro se colgó la tortuga.
” Volaron, volaron los dos patos, y de pronto unos campesinos que los vieron exclamaron:
” – ¡Dos patos llevan una tortuga colgada de un palo!
” Al oír esto la tortuga no pudo contenerse y fue a replicar:
” – Si mis amigos han escogido este sistema de transporte, ¿qué os importa a vosotros, míseros esclavos?
” Apenas había empezado a pronunciar estas palabras, perdió la presa que hacía en el palo, y cayó, cayó, hasta llegar al suelo, donde quedó completamente destrozada.
” En verdad os digo, Majestad, que aquellos que no saben contener la lengua, por muy grandes que sean sus cualidades, terminan todos como la tortuga del cuento.”
El Rajá no contestó nada y continuó su paseo por los jardines; sin embargo, desde aquel día habló mucho menos y todo fue mejor en el reino.

Cuentos de la India

Un Curso de Milagro III


LECCIÓN 61

Yo soy la luz del mundo.

1. ¿Quién es la luz del mundo sino el Hijo de Dios? 2Por lo tanto, esto no es más que una afirmación de la verdad acerca de ti. 3Es lo opuesto a una afirmación de orgullo, de arrogancia o de autoengaño. 4 No describe el concepto de ti mismo que tú has forjado. 5No se refiere a ninguna de las características con las que has dotado a tus ídolos. 6Se refiere a ti tal como fuiste creado, por Dios. 7Expresa simplemente la verdad.
2. Para el ego la idea de hoy es el epítome de la auto-glorificación. 2Pero el ego no sabe lo que es la humildad y la confunde con la auto-degradación. 3La humildad consiste en aceptar el papel que te corresponde en la salvación y en no aceptar ningún otro. 4 No es humildad insistir que no puedes ser la luz del mundo si ésa es la función que Dios Mismo te asignó. 5Es sólo la arrogancia la que afirmaría que ésa no puede ser tu función, y la arrogancia es siempre cosa del ego.
3. La verdadera humildad requiere que aceptes la idea de hoy porque es la Voz de Dios la que te dice que es verdad. 2Éste es uno de los primeros pasos en el proceso de aceptar tu verdadera función en la tierra. 3Es un paso gigantesco que te conducirá al lugar que te corresponde ocupar en la salvación. 4Es una aseveración categórica de tu derecho a la salvación y un reconocimiento del poder que se te ha otorgado para salvar a otros.
4. Debes reflexionar hoy acerca de esta idea tan a menudo como puedas. 2Es la respuesta perfecta a todas las ilusiones y, por ende, a toda tentación. 3La idea de hoy lleva todas las imágenes que tú has forjado de ti mismo ante la verdad y te ayuda a seguir adelante en paz, sin agobios y seguro de tu propósito.
5. Hoy se deben llevar a cabo tantas sesiones de práctica como sea posible, aunque no es necesario que ninguna exceda uno o dos minutos de duración. 2 Debes empezar cada sesión de práctica diciéndote a ti mismo:

3 Yo soy la luz del mundo.
4Ésa es mi única función.
5Por eso es por lo que estoy aquí.

6Piensa entonces en estas afirmaciones por unos breves momentos, preferiblemente con los ojos cerrados si las circunstancias lo permiten. 7Deja que te vengan a la mente unas cuantos pensamientos afines y, si observas que tu mente se aparta del tema central, repite la idea de hoy para tus adentros.
6. Asegúrate de comenzar y finalizar el día con una sesión de práctica. 2De este modo, te despertarás reconociendo la verdad acerca de ti mismo, la reforzarás a lo largo del día y te irás a dormir re-afirmando tu función y el único propósito que tienes aquí. 3Estas dos sesiones de práctica pueden ser más largas que las demás si te resultan útiles y deseas extenderlas.
7. La idea de hoy va mucho más allá de la mezquina opinión que el ego tiene de ti y de tu propósito. 2Como portador de la salvación que eres, esto es obviamente necesario. 3Éste es el primero de una serie de pasos gigantescos que vamos a dar durante las próximas semanas. 4Trata de empezar hoy a sentar las bases para estos avances. 5Tú eres la luz del mundo. 6Dios ha edificado Su plan para la salvación de Su Hijo sobre ti.

LECCIÓN 62

Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.

1. Tu perdón es lo que lleva a este mundo de tinieblas a la luz. 2Tu perdón es lo que te permite reconocer la luz en la que ves. 3El perdón es la demostración de que tú eres la luz del mundo. 4Mediante tu perdón vuelves a recordar la verdad acerca de ti. 5En tu perdón, por lo tanto, reside tu salvación.
2. Las ilusiones que tienes acerca de ti y acerca del mundo son una y la misma. 2Por eso es por lo que todo perdón es un regalo que te haces a ti mismo. 3Tu meta es descubrir quién eres, al haber negado tu Identidad atacando a la creación y a su Creador. 4Ahora estás aprendiendo a recordar la verdad. 5Para ello, el ataque tiene que ser reemplazado por el perdón, de manera que los pensamientos de vida puedan reemplazar a los pensamientos de muerte.
3. Recuerda que en todo ataque apelas a tu propia debilidad, mientras que cada vez que perdonas apelas a la fortaleza de Cristo en ti. 2¿Te vas dando cuenta, pues, de lo que el perdón hará por ti? 3Eliminará de tu mente toda sensación de debilidad, de tensión y de fatiga. 4Arrasará con todo vestigio de temor, culpabilidad y dolor. 5Reinstaurará en tu conciencia la invulnerabilidad y el poder que Dios le confirió a Su Hijo.
4. Regocijémonos de poder comenzar y concluir este día practicando la idea de hoy, y de usarla tan frecuentemente como nos sea posible en el transcurso del día. 2Ello te ayudará a que pases un día tan feliz como Dios Mismo quiere que tú seas. 3Y ayudará a aquellos que te rodean, así como a aquellos que parecen encontrarse lejos en el espacio y en el tiempo, a compartir esta felicidad contigo.
5. Tan a menudo como puedas hoy, con los ojos cerrados a ser posible, repite para tus adentros:

2Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.
3Cumpliré mi función para así poder ser feliz.

4Dedica entonces uno o dos minutos a reflexionar sobre tu función, y la felicidad y liberación que te brindará. 5Deja que pensamientos afines acudan a ti libremente, pues tu corazón reconocerá estas palabras, y en tu mente se encuentra la conciencia de que son verdad. 6Si te distraes, repite la idea y añade:

7Deseo recordar esto porque quiero ser feliz.

LECCIÓN 63

La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.

1. ¡Cuán santo eres tú que tienes el poder de brindar paz a todas las mentes! 2¡Cuán bendito eres que puedes aprender a reconocer los medios por lo que esto se puede lograr a través de ti! 3¿Qué otro propósito podrías tener que pudiese brindarte mayor felicidad?
2. Ciertamente eres la luz del mundo con semejante función. 2El Hijo de Dios apela a ti para su redención. 3En tus manos está poder concedérsela porque te pertenece. 4No aceptes en su lugar ningún propósito trivial ni ningún deseo insensato; o te olvidarás de tu función y dejarás al Hijo de Dios en el infierno. 5No se te está haciendo una petición vana. 6Se te está pidiendo que aceptes la salvación, para que así la puedas dar.
3. Puesto que reconocemos la importancia de esta función, estaremos más que dispuestos a recordarla tan a menudo como nos sea posible a lo largo del día. 2Empezaremos el día reconociendo nuestra función y lo concluiremos pensando en ella. 3Repetiremos lo siguiente tantas veces como nos sea posible en el transcurso del día:

4La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.
5Yo soy el instrumento que Dios ha designado para la salvación del mundo.

4. Si cierras los ojos probablemente te resultará más fácil dejar que acudan a tu mente pensamientos afines, durante el minuto o dos que debes dedicar a reflexionar sobre esto. 2No obstante, no esperes a que se presente tal oportunidad. 3No se debe perder ni una sola ocasión para reforzar la idea de hoy. 4Recuerda que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5¿Y quién sino tu Ser es el Hijo de Dios?

LECCIÓN 64

No dejes que me olvide de mi función.

1. La idea de hoy es simplemente otra manera de decir: "No me dejes caer en la tentación". 2El propósito del mundo que ves es nublar tu función de perdonar y proveerte de una justificación por haberte olvidado de ella. 3Es asimismo la tentación de abandonar a Dios y a Su Hijo adquiriendo una apariencia física. 4Esto es lo que los ojos del cuerpo ven.
2. Nada de lo que los ojos del cuerpo parecen ver puede ser otra cosa que una forma de tentación, ya que ése fue el propósito del cuerpo en sí. 2Hemos aprendido, no obstante, que el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las ilusiones que tú has forjado, y, por lo tanto, ve en ellas otro propósito. 3Para el Espíritu Santo el mundo es un lugar en el que aprendes a perdonarte a ti mismo lo que consideras son tus pecados. 4De acuerdo con esta percepción, la apariencia física de la tentación se convierte en el reconocimiento espiritual de la salvación.
3. Al repasar nuestras últimas lecciones, vemos que tu función aquí es ser la luz del mundo, y que es una función que Dios Mismo te dio. 2La arrogancia del ego es lo único que te hace poner esto en duda, y el miedo del ego lo único que te induce a considerarte a ti mismo indigno de la tarea que Dios Mismo te encomendó. 3La salvación del mundo aguarda tu perdón porque a través de él el Hijo de Dios se libera de todas las ilusiones y, por ende, de toda tentación. 4El Hijo de Dios eres tú.
4. Sólo desempeñando la función que Dios te dio podrás ser feliz. 2Esto se debe a que tu función es ser feliz valiéndote de los medios mediante los cuales la felicidad se vuelve inevitable. 3No hay otra manera. 4Por lo tanto, cada vez que eliges entre si desempeñar o no tu función, estás en realidad eligiendo entre ser feliz o no serlo.
5. Recordemos esto hoy. 2Tengámoslo presente por la mañana, por la noche, y también a lo largo del día. 3Prepárate de antemano para todas las decisiones que tengas que tomar hoy, recordando que todas ellas son en realidad muy simples. 4Cada una te conducirá ya sea a la felicidad o a la infelicidad. 5¿Puede ser acaso difícil tomar una decisión tan simple? 6No permitas que la forma de la decisión te engañe. 7Complejidad en lo relativo a la forma no implica complejidad en lo relativo al contenido. 8Es imposible que el contenido de cualquier decisión aquí en la tierra se componga de cualquier otra cosa que no sea esta simple elección. 9Ésta es la única elección que el Espíritu Santo ve. 10Por lo tanto, es la única elección que existe.
6. Practiquemos hoy, pues, con estos pensamientos:

2No dejes que me olvide de mi función.
3No dejes que trate de sustituir la que Dios me dio por la mía.
4Déjame perdonar y ser feliz.

5Por lo menos una vez hoy, dedica diez o quince minutos a reflexionar acerca de esto con los ojos cerrados. 6Pensamientos afines acudirán en tu ayuda si recuerdas cuán crucial es tu función para ti y para el mundo.
7. En las aplicaciones frecuentes de la idea de hoy a lo largo del día, dedica varios minutos a repasar estos pensamientos y luego a pensar en ellos y en nada más. 2Esto te resultará difícil, sobre todo al principio, ya que aún no tienes la disciplina mental que ello requiere. 3Tal vez necesites repetir: "No dejes que me olvide de mi función" con bastante frecuencia para que te ayude a concentrarte.
8. Hoy se requieren dos variaciones de las sesiones de práctica más cortas. 2Haz los ejercicios con los ojos cerrados algunas veces, tratando de concentrarte en los pensamientos que estés usando. 3En otras, mantén los ojos abiertos una vez que hayas repasado los pensamientos, y luego mira a tu alrededor lenta e imparcialmente, repitiendo para tus adentros:

4Éste es el mundo que es mi función salvar.

LECCIÓN 65

Mi única función es la que Dios me dio.

1. La idea de hoy reafirma tu compromiso con la salvación. 2También te recuerda que no tienes ninguna otra función salvo ésa. 3Ambos pensamientos son obviamente necesarios para un compromiso total. 4La salvación no podrá ser tu único propósito mientras sigas abrigando otros. 5Aceptar la salvación como tu única función entraña necesariamente dos fases: el reconocimiento de que la salvación es tu función, y la renuncia a todas las demás metas que tú mismo has inventado.
2. Ésta es la única manera en que puedes ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo. 2Ésta es la única manera en que puedes decir, y decirlo en serio: "Mi única función es la que Dios me dio". 3Y ésta es la única manera en que puedes encontrar paz.
3. Hoy, y durante los próximos días, reserva diez o quince minutos para una sesión de práctica más prolongada, en la que trates de entender y aceptar el verdadero significado de la idea de hoy. 2La idea de hoy te ofrece el que puedas escapar de todas las dificultades que percibes. 3Pone en tus manos la llave que abre la puerta de la paz, la cual tú mismo cerraste. 4Es la respuesta a la incesante búsqueda en la que has estado enfrascado desde los orígenes del tiempo.
4. Trata, en la medida de lo posible, de llevar a cabo las sesiones de práctica más largas a la misma hora todos los días. 2Trata asimismo, de fijar esa hora de antemano, y de adherirte luego al máximo al horario establecido. 3El propósito de esto es organizar tu día de tal manera que hayas reservado tiempo para Dios, así como para todos los propósitos y objetivos triviales que persigues. 4Esto es parte del entrenamiento a largo plazo que tu mente necesita para adquirir disciplina, de modo que el Espíritu Santo pueda valerse de ella de manera consistente para el propósito que comparte contigo.
5. En la sesión de práctica más prolongada, comienza repasando la idea de hoy. 2Luego cierra los ojos y repite la idea para tus adentros una vez más, observando tu mente con gran detenimiento a fin de poder captar cualquier pensamiento que cruce por ella. 3Al principio, no trates de concentrarte exclusivamente en aquellos pensamientos que estén relacionados con la idea de hoy. 4Trata, más bien, de poner al descubierto cada pensamiento que surja para obstaculizarla. 5Toma nota de cada uno de ellos con el mayor desapego posible según se presente, y deséchalos uno por uno a medida que te dices a ti mismo:

6Este pensamiento refleja un objetivo que me está impidiendo aceptar mi única función.

6. Después de un rato, te resultará más difícil poder detectar los pensamientos que causan interferencia. 2Sigue tratando, no obstante, durante un minuto más o menos, intentando detectar algunos de los pensamientos vanos que previamente eludieron tu atención, pero sin afanarte o esforzarte innecesariamente en ello. 3Luego repite para tus adentros:

4Que en esta tabla rasa quede escrita mi verdadera función.

5No es preciso que uses estas mismas palabras, pero trata de tener la sensación de que estás dispuesto a que tus propósitos ilusorios sean reemplazados por la verdad.
7. Finalmente, repite la idea de hoy una vez más y dedica el resto de la sesión de práctica a reflexionar sobre la importancia que dicha idea tiene para ti, el alivio que su aceptación te ha de brindar al resolver todos tus conflictos de una vez por todas, y lo mucho que realmente deseas la salvación, a pesar de tus absurdas ideas al contrario.
8. En las sesiones de práctica más cortas, que deben hacerse por lo menos una vez por hora, usa el siguiente modelo al aplicar la idea de hoy:

2Mi única función es la que Dios me dio. 3No quiero ninguna otra ni tengo ninguna otra.

4Cierra los ojos en algunas ocasiones al practicar esto, y en otras, manténlos abiertos mientras miras a tu alrededor. 5Lo que ahora ves será totalmente diferente cuando aceptes la idea de hoy sin reservas.

LECCIÓN 66

Mi función y mi felicidad son unan.

1. Seguramente habrás notado que en nuestras lecciones más recientes hemos hecho hincapié en la conexión que existe entre desempeñar tu función y alcanzar la felicidad. 2Esto ha sido así porque realmente tú no ves la conexión. 3Sin embargo, se trata de algo más que una simple conexión: son una misma cosa. 4La manera en que cada una se manifiesta es distinta, pero el contenido es exactamente el mismo.
2. El ego está batallando constantemente con el Espíritu Santo en torno a la cuestión fundamental de cuál es tu función. 2También batalla con Él constantemente con respecto a qué es tu felicidad. 3No es ésta una batalla que tenga dos contendientes. 4El ego ataca y el Espíritu Santo no responde. 5Él sabe cuál es tu función. 6Él sabe que es tu felicidad.
3. Hoy intentaremos ir más allá de esta batalla completamente absurda y arribar a la verdad con respecto a tu función. 2No nos vamos a enfrascar en argumentos fútiles con respecto a lo que es tu función. 3No vamos a tratar inútilmente de definir lo que es la felicidad ni de determinar los medios para alcanzarla. 4No vamos a gratificar al ego escuchando sus ataques contra la verdad. 5Sencillamente nos alegraremos de que podemos descubrir lo que ésta es.
4. El propósito de la sesión de práctica larga de hoy es que aceptes el hecho de que no sólo existe una conexión muy real entre la función que Dios te dio y tu felicidad, sino que ambas cosas son, de hecho, lo mismo. 2Dios te da únicamente felicidad. 3Por lo tanto, la función que Él te dio tiene que ser la felicidad, aunque parezca ser otra cosa. 4Los ejercicios de hoy son un intento de ir más allá de estas diferencias de aspecto y de reconocer un contenido común allí donde en verdad lo hay.
5. Comienza la sesión de práctica de diez o quince minutos reflexionando sobre estos pensamientos:

2Dios me da únicamente felicidad. 3Él me ha dado mi función.
4Por lo tanto, mi función tiene que ser la felicidad.

5Trata de ver la lógica en esta secuencia, incluso si aún no aceptas la conclusión. 6Únicamente si los dos primeros pensamientos son erróneos, podría ser falsa la conclusión. 7Reflexionemos, entonces, por un rato sobre estas premisas según practicamos.
6. La primera premisa es que Dios te da únicamente felicidad. 2Esto, desde luego, podría ser falso, pero para que fuese falso sería preciso definir a Dios como algo que Él no es. 3El Amor no puede dispensar maldad, y lo que no es felicidad es maldad. 4Dios no puede dar lo que no tiene, ni puede tener lo que Él no es. 5Si Dios no te diese únicamente felicidad, ciertamente sería malvado. 6Y ésa es la definición que crees acerca de Él si no aceptas la primera premisa.
7. La segunda premisa afirma que Dios te ha dado tu función. 2Hemos visto que tu mente sólo tiene dos partes. 3Una de ellas la gobierna el ego y se compone de ilusiones. 4La otra es la morada del Espíritu Santo, donde reside la verdad. 5Sólo puedes escoger entre estos dos guías, y los únicos resultados que pueden proceder de tu elección son el miedo que el ego siempre engendra o el amor que el Espíritu Santo siempre ofrece para reemplazarlo.
8. Así pues, o bien fue Dios Quien estableció tu función a través de Su Voz, o bien fue el ego, que tú inventaste para reemplazarlo a Él. 2¿Cuál de estas posibilidades es verdad? 3A menos que hubiese sido Dios Quien te dio tu función, ésta sólo podría ser un regalo del ego. 4Mas ¿qué regalos puede dar el ego, cuando él mismo es una ilusión y lo único que puede ofrecer son regalos ilusorios?
9. Piensa en esto durante tu sesión de práctica más larga de hoy. 2Piensa asimismo en las múltiples formas que tu ilusoria función ha adoptado en tu mente, y en las muchas maneras por las que, guiado por el ego, trataste de encontrar la salvación. 3¿La encontraste? 4¿Te sentiste feliz? 5¿Te brindaron paz? 6Hoy necesitamos ser muy honestos. 7Recuerda objetivamente los resultados que lograste y examina si en algún momento fue razonable pensar que podías encontrar felicidad en nada que el ego jamás propusiera. 8Con todo, la única alternativa para la Voz del Espíritu Santo es el ego.
10. Prestarás oídos a la locura, o bien oirás la verdad. 2Trata de hacer tu elección mientras reflexionas sobre las premisas en las que se basa nuestra conclusión. 3Podemos concurrir con esta conclusión, pero no con ninguna otra, toda vez que Dios Mismo concurre con nosotros al respecto. 4La idea de hoy es otro paso gigantesco hacia la percepción de lo que es lo mismo como lo mismo y de lo que es diferente como diferente. 5A un lado están las ilusiones. 6Al otro, la verdad. 7Tratemos hoy de darnos cuenta de que sólo la verdad es verdad.
11. Para las sesiones de práctica más cortas, que hoy te resultarán muy beneficiosas si las llevas a cabo dos veces por hora, sugerimos la siguiente forma de aplicación:

2Mi función y mi felicidad son una porque Dios me dio las dos.

3No te tomará más de un minuto, y probablemente menos, repetir estas palabras lentamente y pensar en ellas por un rato mientras las dices.

LECCIÓN 67

El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.

1. La idea de hoy es una afirmación exacta y cabal de lo qué eres. 2Por eso es por lo que eres la luz del mundo. 3Por eso es por lo que Dios te designó como el salvador del mundo. 4Por eso es por lo que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5Él se salva por razón de lo que tú eres. 6Hoy haremos todo lo posible por llegar a esta verdad acerca de ti y por darnos cuenta plenamente, aunque sólo sea por un momento, de que es verdad.
2. Durante la sesión de práctica más larga pensaremos en tu realidad y en su naturaleza completamente inalterada e inalterable. 2Comenzaremos repitiendo esta verdad acerca de ti, y luego pasaremos unos minutos añadiendo algunos pensamientos afines, tales como:

3La Santidad me creó santo.
4La Bondad me creó bondadoso.
5La Asistencia me creó servicial.
6La Perfección me creó perfecto.

7Cualquier atributo que esté de acuerdo con la definición que Dios tiene de Sí Mismo es apropiado. 8Hoy estamos tratando de enmendar tu definición de Dios y de reemplazarla por la Suya. 9Y también estamos tratando de recalcar el hecho de que tú formas parte de Su definición de Sí Mismo.
3. Una vez que hayas reflexionado sobre varios de estos pensamientos afines a la idea de hoy, trata, durante un breve intervalo preparatorio, de vaciar tu mente de todo pensamiento y de ir más allá de todas las imágenes y conceptos que tienes de ti mismo hasta llegar a la verdad en ti. 2Si el Amor te creó a semejanza de Su Propio Ser, ese Ser tiene que estar en ti. 3Y tiene que estar en alguna parte de tu mente donde tú lo puedas encontrar.
4. Tal vez te resulte necesario repetir la idea de hoy de vez en cuando a fin de reemplazar aquellos pensamientos que te distraigan. 2Puede que también descubras que aun esto no es suficiente y que necesitas seguir añadiendo otros pensamientos relacionados con la verdad acerca de ti. 3Sin embargo, tal vez puedas superar todo eso y, valiéndote del intervalo en el que tu mente está libre de pensamientos, quizá puedas llegar a la conciencia de una luz resplandeciente en la cual te reconoces a ti mismo tal como el Amor te creó. 4Confía en que hoy harás mucho por acercarte a esa conciencia, tanto si sientes que has tenido éxito como si no.
5. Hoy te resultará especialmente beneficioso practicar la idea del día tan a menudo como puedas. 2Necesitas oír la verdad acerca de ti tan a menudo como sea posible, debido a que tu mente está tan ocupada con falsas imágenes de sí misma. 3Sería sumamente beneficioso que te recordaras, cuatro o cinco veces por hora, o incluso más si fuese posible, que el Amor te creó a semejanza de Si Mismo. 4Oye en esto la verdad acerca de ti.
6. Trata de darte cuenta, durante las sesiones de práctica más cortas, de que no es tu diminuta y solitaria voz la que te dice esto. 2Se trata de la Voz de Dios, recordándote al Padre y a tu Ser. 3Se trata de la Voz de la verdad, sustituyendo todo lo que el ego te dice acerca de ti mismo con la simple verdad acerca del Hijo de Dios. 4El Amor te creó a semejanza de Sí Mismo.

LECCIÓN 68

El amor no abriga resentimientos.

1. Tú, que fuiste creado por el Amor a semejanza de Sí Mismo, no puedes abrigar resentimientos y conocer tu Ser. 2Abrigar resentimientos es olvidarte de quien eres. 3Abrigar resentimientos es verte a ti mismo como un cuerpo. 4Abrigar resentimientos es permitir que el ego gobierne tu mente y condenar el cuerpo a morir. 5Quizá aún no hayas comprendido del todo lo que abrigar resentimientos le ocasiona a tu mente. 6Te hace sentir como si estuvieses enajenado de tu Fuente y fueses diferente de Él. 7Te hace creer que Él es como aquello en lo que tú piensas que te has convertido, pues nadie puede concebir que su Creador sea diferente de sí mismo.
2. Escindido de tu Ser, el Cual sigue consciente de Su semejanza con Su Creador, tu Ser parece dormir, mientras que la parte de tu mente que teje ilusiones mientras duerme, parece estar despierta. 2¿Podría ser todo esto el resultado de abrigar resentimientos? 3¡Desde luego que sí! 4Pues aquel que abriga resentimientos niega haber sido creado por el Amor, y en su sueño de odio, su Creador se ha vuelto algo temible. 5¿Quién podría tener sueños de odio y no temer a Dios?
3. Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos forjarán una nueva definición de Dios de acuerdo con su propia imagen, como que Dios los creó a Semejanza de Sí Mismo y los definió como parte de Él. 2Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos sentirán culpabilidad, como que los que perdonan hallarán la paz. 3Y es igualmente cierto que aquellos que abrigan resentimientos se olvidarán de quienes son, como que los que perdonan lo recordarán.
4. ¿No estarías dispuesto a abandonar tus resentimientos si creyeras que todo esto es cierto? 2Tal vez crees que no puedes desprenderte de tus resentimientos. 3Esto, sin embargo, no es sino una cuestión de motivación. 4Hoy trataremos de ver cómo te sentirías sin ellos. 5Si lo logras, aunque sea brevemente, jamás volverás a tener problemas de motivación.
5. Comienza la sesión de práctica más larga de hoy escudriñando tu mente en busca de aquellas personas que son objeto de lo que según tú son tus mayores resentimientos. 2Algunas de ellas serán muy fáciles de identificar. 3Piensa luego en los resentimientos aparentemente insignificantes que abrigas en contra de aquellas personas a quienes aprecias e incluso crees amar. 4Muy pronto te darás cuenta de que no hay nadie contra quien no abrigues alguna clase de resentimiento. 5Esto te ha dejado solo en medio de todo el universo tal como te percibes a ti mismo.
6. Resuélvete ahora a ver a todas esas personas como amigos. 2Diles a todas ellas, pensando en cada una por separado:

3Te consideraré mi amigo, para poder recordar que eres parte de mí y así poder llegar a conocerme a mí mismo.

4Pasa el resto de la sesión tratando de imaginarte a ti mismo completamente en paz con todo el mundo y con todo, a salvo en un mundo que te protege y te ama, y al que tú, a tu vez, amas. 5Siente como la seguridad te rodea, te envuelve y te sustenta. 6Trata de creer, por muy brevemente que sea, que no hay nada que te pueda causar daño alguno. 7Al final de la sesión de práctica di para tus adentros:

8El amor no abriga resentimientos.
9Cuando me desprenda de mis resentimientos sabré que estoy perfectamente a salvo.

7. Las sesiones de práctica cortas deben incluir una rápida aplicación de la idea de hoy tal como se indica a continuación, la cual deberá hacerse siempre que surja un pensamiento de resentimiento contra alguien, tanto si esa persona está físicamente presente como si no:
2El amor no abriga resentimientos. 3No traicionaré a mi propio Ser.

4Además de eso, repite la idea varias veces por hora de la siguiente manera:
5El amor no abriga resentimientos. 6Quíero despertar a la verdad de mi Ser dejando a un lado todos mis resentimientos y despertando en Él.

LECCIÓN 69

Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.

1. Nadie puede ver lo que tus resentimientos ocultan. 2Debido a que tus resentimientos ocultan la luz del mundo en ti, todo el mundo se halla inmerso en la oscuridad, y tú junto con ellos. 3Pero a medida que el velo de tus resentimientos se descorre, tú te liberas junto con ellos. 4Comparte tu salvación con aquel que se encontraba a tu lado cuando estabas en el infierno. 5Él es tu hermano en la luz del mundo que os salva a ambos.
2. Intentemos hoy nuevamente llegar a la luz en ti. 2Antes de emprender esto en nuestra sesión de práctica más larga, dediquemos varios minutos a reflexionar sobre lo que estamos tratando de hacer. 3Estamos intentando literalmente ponernos en contacto con la salvación del mundo. 4Estamos tratando de ver más allá del velo de tinieblas que la mantiene oculta. 5Estamos tratando de descorrer el velo y de ver las lágrimas del Hijo de Dios desaparecer a la luz del sol.
3. Hoy daremos comienzo a nuestra sesión de práctica más larga plenamente conscientes de que esto es así y armados de una firme determinación por llegar hasta aquello que nos es más querido que ninguna otra cosa. 2La salvación es nuestra única necesidad. 3No tenemos ningún otro propósito aquí ni ninguna otra función que desempeñar. 4Aprender lo que es la salvación es nuestra única meta. 5Pongamos fin a la ancestral búsqueda descubriendo la luz en nosotros y poniéndola en alto para que todos aquellos que han estado buscando con nosotros la vean y se regocijen.
4. Y ahora, muy serenamente y con los ojos cerrados, trata de deshacerte de todo el contenido que generalmente ocupa tu conciencia. 2Piensa en tu mente como si fuera un círculo inmenso, rodeado por una densa capa de nubes obscuras. 3Lo único que puedes ver son las nubes, pues parece como si te hallaras fuera del círculo y a gran distancia de él.
5. Desde donde te encuentras no ves nada que te indique que detrás de las nubes hay una luz brillante. 2Las nubes parecen ser la única realidad. 3Parece como si fueran lo único que se puede ver. 4Por lo tanto, no tratas de atravesarlas e ir más allá de ellas, lo cual sería la única manera de convencerte realmente de su insus-tancialidad. 5Eso es lo que vamos a intentar hoy.
6. Después de que hayas pensado en cuán importante es para ti y para el mundo lo que estás intentando hacer, trata de alcanzar un estado de perfecta quietud, recordando únicamente la intensidad con la que deseas alcanzar hoy mismo, en este mismo instante, la luz que resplandece en ti. 2Resuélvete a atravesar las nubes. 3Extiende tu mano y, en tu mente, tócalas. 4Apártalas con la mano, y siente como rozan tus mejillas, tu frente y tus ojos a medida que las atraviesas. 5Sigue adelante; las nubes no te pueden detener.
7. Si estás haciendo los ejercicios correctamente, empezarás a sentir como si estuvieses siendo elevado y transportado hacia adelante. 2Tus escasos esfuerzos y tu limitada determinación invocan el poder del universo para que venga en tu ayuda, y el Propio Dios te sacará de las tinieblas y te llevará a la luz. 3Estás actuando de acuerdo con Su Voluntad. 4No puedes fracasar porque tu voluntad es la Suya.
8. Ten confianza en tu Padre hoy y certeza de que Él te ha oído y te ha contestado. 2Es posible que aún no reconozcas Su respuesta, pero puedes estar seguro de que se te ha dado y de que la recibirás. 3Trata de tener presente esta certeza, según intentas atravesar las nubes en dirección a la luz. 4Trata de recordar que por fin estás uniendo tu voluntad a la de Dios. 5Trata de mantener claro en tu mente el pensamiento de que lo que emprendes con Dios no puede sino tener éxito. 6Deja entonces que el poder de Dios obre en ti y a través de ti, para que se haga Su Voluntad y la tuya.
9. En las sesiones de práctica más cortas, que te conviene llevar a cabo tan a menudo como sea posible en vista de la importancia que la idea de hoy tiene para ti así como para tu felicidad, recuérdate a ti mismo que tus resentimientos ocultan la luz del mundo de tu conciencia. 2Recuérdate también que no la estás buscando solo y que sabes dónde encontrarla. 3Di entonces:

4Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.
5No puedo ver lo que he ocultado.
6Mas por mi salvación y por la salvación del mundo, deseo que me sea revelado.

7Asegúrate asimismo de decir para tus adentros:

8Si abrigo este resentimiento la luz del mundo quedará velada para mí,

si sientes hoy la tentación de abrigar algún resentimiento contra alguien.

LECCIÓN 70

Mi salvación procede de mí.

1. Toda tentación no es más que una variante de la tentación básica de no creer la idea de hoy. 2La salvación parece proceder de cualquier parte excepto de ti. 3Lo mismo se puede decir del origen de la culpabilidad. 4Tú no crees que la culpabilidad y la salvación estén en tu mente y sólo en tu mente. 5Cuando te des cuenta de que la culpabilidad es sólo una invención de la mente, te darás cuenta también de que la culpabilidad y la salvación tienen que encontrarse en el mismo lugar. 6Al entender esto te salvas.
2. El aparente costo de aceptar la idea de hoy es el siguiente: significa que nada externo a ti puede salvarte ni nada externo a ti puede brindarte paz. 2Significa también que nada externo a ti te puede hacer daño, perturbar tu paz o disgustarte en modo alguno. 3La idea de hoy te pone a cargo del universo, donde te corresponde estar por razón de lo que eres. 4No es éste un papel que se pueda aceptar parcialmente. 5Y seguramente habrás comenzado a darte cuenta de que aceptarlo es la salvación.
3. Es probable, no obstante, que aún no esté claro para ti por qué razón reconocer que la culpabilidad está en tu propia mente conlleva asimismo darte cuenta de que la salvación está allí también. 2Dios no habría puesto el remedio para la enfermedad donde no te pudiese servir de nada. 3Así es como funciona tu mente, pero no la Suya. 4Él quiere que sanes, y por eso mantiene la Fuente de la curación allí donde hay necesidad de curación.
4. Tú has tratado de hacer justamente lo contrario, intentando por todos los medios, no importa cuán distorsionados o extravagantes, separar la curación de la enfermedad a la que estaba destinada, conservando de este modo la enfermedad. 2Tu propósito ha sido asegurarte de que la curación no tuviese lugar. 3El propó-sito de Dios ha sido asegurarse de que sí tuviese lugar.
5. Nuestra práctica de hoy consiste en darnos cuenta de que la Voluntad de Dios y la nuestra coinciden completamente en esto. 2Dios quiere que sanemos, y nosotros no queremos realmente estar enfermos, pues eso no nos hace felices. 3Al aceptar la idea de hoy, por lo tanto, estamos en realidad de acuerdo con Dios. 4Él no quiere que estemos enfermos. 5Nosotros tampoco. 6Él quiere que nos curemos. 7Nosotros también.
6. Hoy estamos listos para dos sesiones de práctica largas, cada una de las cuales debe tener una duración de diez a quince minutos. 2Dejaremos, no obstante, que seas tú quien decida cuándo llevarlas a cabo. 3Seguiremos esta norma en varias de las lecciones sucesivas, por lo que una vez más sería mejor que decidieses de antemano la mejor hora para llevar a cabo cada una de las sesiones de práctica y que luego te adhirieses lo más fielmente posible al horario establecido.
7. Empieza estas sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy, añadiendo una afirmación en la que se vea expresado tu reconocimiento de que la salvación no procede de nada externo a ti. 2Podrías, por ejemplo, decir lo siguiente:

3Mi salvación procede de mí. 4No puede proceder de ninguna otra parte.

5Dedica después varios minutos, con los ojos cerrados, a revisar algunas de las fuentes externas en las que en el pasado buscaste la salvación: en otra gente, en posesiones, en diversas situaciones y acontecimientos, y en conceptos de ti mismo que intentaste convertir en realidad. 6Reconoce que la salvación no se encuentra en nada de eso, y dite a ti mismo:

7Mi salvación no puede proceder de ninguna de esas cosas.
8Mi salvación procede de mí, y sólo de mí.

8. Trataremos ahora nuevamente de llegar a la luz en ti, que es donde realmente se encuentra tu salvación. 2No puedes encontrarla en las nubes que rodean la luz, y es ahí donde la has estado buscando. 3No está ahí. 4Está más allá de las nubes, en la luz que se encuentra tras ellas. 5Recuerda que tienes que atravesar las nubes antes de poder llegar a la luz. 6Pero recuerda también que jamás encontraste nada que fuese duradero o que realmente quisieras en los tapices de nubes que te imaginabas.
9. Puesto que todas las ilusiones de salvación te han fallado, seguramente no querrás quedarte en las nubes buscando en vano ídolos falsos, cuando te sería tan fácil llegar hasta la luz de la verdadera salvación. 2Trata de ir más allá de las nubes utilizando cualquier medio que te atraiga. 3Si te resulta útil, piensa que te estoy llevando de la mano, y que te estoy guiando. 4Y te aseguro que esto no será una vana fantasía.
10. Para las sesiones de práctica cortas y frecuentes de hoy, recuérdate a ti mismo que la salvación procede de ti y que nada, salvo tus propios pensamientos, puede impedir tu progreso. 2Estás libre de toda interferencia externa. 3Estás a cargo de tu salvación. 4Estás a cargo de la salvación del mundo. 5Di, entonces:

6Mi salvación procede de mí.
7No hay nada externo a mí que me pueda detener.
8En mí se encuentra la salvación del mundo y la mía propia.

LECCIÓN 71

Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

1. Tal vez aún no te hayas percatado de que el ego ha urdido un plan para la salvación que se opone al de Dios. 2Ese es el plan en el que crees. 3Dado que es lo opuesto al de Dios; crees también que aceptar el plan de Dios en lugar del del ego es condenarte. 4Esto, desde luego, parece absurdo. 5Sin embargo, una vez que hayamos examinado en qué consiste el plan del ego, quizá te des cuenta de que, por muy absurdo que parezca, es ciertamente lo que crees.
2. El plan del ego para la salvación se basa en abrigar resentimientos. 2Mantiene que, si tal persona actuara o hablara de otra manera, o si tal o cual acontecimiento o circunstancia externa cambiase, tú te salvarías. 3De este modo, la fuente de la salvación se percibe constantemente como algo externo a ti. 4Cada resentimiento que abrigas es una declaración y una aseveración en la que crees, que reza así: "Si esto fuese diferente, yo me salvaría" 5El cambio de mentalidad necesario para la salvación, por lo tanto, se lo exiges a todo el mundo y a todas las cosas excepto a ti mismo.
3. El papel de tu mente en este plan consiste, pues, en determinar qué es lo que tiene que cambiar -a excepción de ella misma- para que tú te puedas salvar. 2De acuerdo con este plan demente, cualquier cosa que se perciba como una fuente de salvación es aceptable, siempre y cuando no sea eficaz. 3Esto garantiza que la infructuosa búsqueda continúe, pues se mantiene viva la ilusión de que, si bien esta posibilidad siempre ha fallado, aún hay motivo para pensar que podemos hallar lo que buscamos en otra parte y en otras cosas. 4Puede que otra persona nos resulte mejor; otra situación tal vez nos brinde el éxito.
4. Tal es el plan del ego para tu salvación. 2Seguramente habrás notado que está completamente de acuerdo con la doctrina básica del ego que reza: "Busca, pero no halles". 3Pues, ¿qué mejor garantía puede haber de que no hallarás la salvación que canalizar todos tus esfuerzos buscándola donde no está?
5. El plan de Dios para la salvación es eficaz sencillamente porque bajo Su dirección, buscas la salvación allí donde ésta se encuentra. 2Pero si has de tener éxito, como Dios promete que lo has de tener, tienes que estar dispuesto a buscarla sólo allí. 3De lo contrario, tu propósito estará dividido e intentarás seguir dos planes de salvación que son diametralmente opuestos en todo. 4El resultado no podrá ser otro que confusión, infelicidad, así como una profunda sensación de fracaso y desesperación.
6. ¿Cómo puedes librarte de todo esto? 2Muy fácilmente. 3La idea de hoy es la respuesta. 4Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. 5En esto no puede haber realmente ningún conflicto porque no existe ninguna alternativa al plan de Dios que te pueda salvar. 6El Suyo es el único plan cuyo desenlace es indudable. 7El Suyo es el único plan que tendrá éxito.
7. Que nuestra práctica de hoy consista en reconocer esta certeza. 2Y regocijémonos de que haya una respuesta para lo que parece ser un conflicto sin solución. 3Para Dios todo es posible. 4Alcanzarás la salvación por razón de Su plan, el cual no puede fallar.
8. Comienza hoy tus dos sesiones de práctica más largas pensando en la idea de hoy y observando que consta de dos partes, las cuales contribuyen en igual medida al todo. 2El plan de Dios para tu salvación tendrá éxito, pero otros planes no. 3No permitas que la segunda parte te cause depresión o enfado, pues esa parte es inherente a la primera. 4Y la primera te releva totalmente de todos tus intentos descabellados y de todos tus planes dementes para liberarte a ti mismo. 5Todos ellos te han llevado a la depresión y a la ira, pero el plan de Dios triunfará. 6Su plan te conducirá a la liberación y a la dicha.
9. Teniendo esto presente, dediquemos el resto de las sesiones de práctica más largas a pedirle a Dios que nos revele Su plan. 2Preguntémosle muy concretamente:

3¿Qué quieres que haga?
4¿Adónde quieres que vaya?
5¿Qué quieres que diga y a quién?

6Deja que Él se haga cargo del resto de la sesión de práctica y que te indique qué es lo que tienes que hacer en Su plan para tu salvación. 7Él responderá en la misma medida en que tú estés dispuesto a oír Su Voz. 8No te niegues a oírla. 9El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. 10Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta.
10. Durante las sesiones de práctica cortas repite con frecuencia que el plan de Dios para tu salvación, y solamente el Suyo, tendrá éxito. 2Mantente alerta hoy para no caer en la tentación de abrigar resentimientos, y responde a esas tentaciones con esta variación de la idea de hoy:

3Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación.
4Y únicamente Su plan tendrá éxito.

5Trata de recordar la idea de hoy unas seis o siete veces por hora. 6No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, o menos, que recordando la Fuente de tu salvación y viéndola allí donde se encuentra.

LECCIÓN 72

Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación.

1. Aunque hemos reconocido que el plan del ego para la salvación es el opuesto al de Dios, aún no hemos puesto de relieve que es también un ataque directo contra Su plan y un intento deliberado de destruirlo. 2En dicho ataque se le adjudican a Dios aquellos atributos que de hecho le corresponden al ego, mientras que el ego parece asumir los de Dios.
2. El deseo fundamental del ego es suplantar a Dios. 2De hecho, el ego es la encarnación física de ese deseo. 3Pues es este deseo lo que parece encerrar a la mente en un cuerpo, manteniéndola sola y separada e incapaz de llegar a otras mentes, excepto a través del mismo cuerpo que fue hecho con el propósito de aprisionarla. 4Poner límites en la comunicación no es la mejor manera de expandirla. 5No obstante, el ego quiere hacerte creer que lo es.
3. Aunque el intento de mantener las limitaciones que un cuerpo impone es obvio aquí, tal vez no sea tan evidente por qué razón abrigar resentimientos constituye un ataque contra el plan de Dios para la salvación. 2Examinemos, pues, cuáles son las cosas contra las que tienes la tendencia a abrigar resentimientos. 3¿Acaso no están siempre asociadas con algo que un cuerpo hace? 4Una persona dice algo que no te gusta. 5O bien hace algo que te desagrada. 6Dicha persona "delata" sus pensamientos hostiles con su comportamiento.
4. En este caso no estás tratando con lo que la persona es. 2Por el contrario, en lo único que te fijas es en lo que esa persona hace en el cuerpo. 3Y no sólo no la estás ayudando a librarse de las limitaciones de su cuerpo, sino que estás tratando activamente de atarla al cuerpo, al confundirla con éste y juzgar que ella y su cuerpo son una misma cosa. 4De este modo se ataca a Dios; pues si Su Hijo no es más que un cuerpo, eso es lo que Él debe ser también. 5Es inconcebible que un creador pueda ser radicalmente distinto de su creación.
5. Si Dios fuese un cuerpo, ¿cuál sería Su plan para la salvación? 2¿Qué otra cosa podría ser sino la muerte? 3Y al tratar de presentarse a Sí Mismo como el Autor de la vida y no de la muerte, resultaría ser un mentiroso y un impostor, lleno de falsas promesas, que ofrece ilusiones en vez de la verdad. 4La aparente realidad del cuerpo hace que esta perspectiva de Dios parezca convincente. 5De hecho, si el cuerpo fuese real, sería imposible no llegar a esta conclusión. 6Cada resentimiento que abrigas reitera que el cuerpo es real. 7Cada resentimiento que abrigas pasa por alto completamente lo que tu hermano es. 8Refuerza tu creencia de que él es un cuerpo y lo condena por ello. 9Y afirma que su salvación tiene que ser la muerte, al proyectar este ataque sobre Dios y hacerlo responsable de ello.
6. A esta arena cuidadosamente preparada, donde animales feroces acechan a sus presas y la clemencia no puede hacer acto de presencia, el ego viene a salvarte. 2Dios te hizo un cuerpo. 3Muy bien. 4Aceptemos esto y alegrémonos. 5En cuanto que cuerpo, no te prives de nada de lo que el cuerpo te ofrece. 6Apodérate de lo poco que puedas. 7Dios no te dio nada. 8El cuerpo es tu único salvador. 9Representa la muerte de Dios y tu salvación.
7. Ésta es la creencia universal del mundo que ves. 2Hay quienes odian al cuerpo y tratan de lastimarlo y humillarlo. 3Otros lo veneran y tratan de glorificarlo y exaltarlo. 4Pero mientras tu cuerpo siga siendo el centro del concepto que tienes de ti mismo, estarás atacando el plan de Dios para la salvación y abrigando resentimientos contra Él y contra Su creación, a fin de no oír la Voz de la verdad y acogerla como Amiga. 5El que has elegido como tu salvador ocupa Su lugar. 6Él es tu amigo; Dios, tu enemigo.
8. Hoy trataremos de poner fin a estos ataques absurdos contra la salvación, 2y en lugar de ello, trataremos de darle la bienvenida. 3Tu percepción invertida ha sido la ruina de tu paz. 4Te has visto a ti mismo como que estás dentro de un cuerpo y a la verdad como algo que se encuentra fuera de ti, vedada de tu conciencia debido a las limitaciones del cuerpo. 5Ahora vamos a tratar de ver esto de otra manera.
9. La luz de la verdad está en nosotros, allí donde Dios la puso. 2El cuerpo es lo que está fuera de nosotros, y no es lo que nos concierne. 3Estar sin un cuerpo es estar en nuestro estado natural. 4Reconocer la luz de la verdad en nosotros es reconocernos a nosotros mismos tal como somos. 5Ver que nuestro Ser es algo separado del cuerpo es poner fin al ataque contra el plan de Dios para la salvación y, en lugar de ello, aceptarlo. 6Y dondequiera que Su plan se acepta, ya se ha consumado.
10. Nuestro objetivo para las sesiones de práctica más largas de hoy, es hacernos más conscientes de que el plan de Dios para la salvación ya se ha consumado en nosotros. 2Para lograr este objetivo tenemos que reemplazar el ataque por la aceptación. 3Mientras sigamos atacando, no podremos entender cuál es el plan de Dios para nosotros. 4Estaremos, por lo tanto, atacando lo que no reconocemos. 5Vamos a tratar ahora de suspender todo juicio y de preguntarle a Dios cuál es Su plan para nosotros:

6¿Qué es la salvación, Padre? 7No lo sé. 8Dímelo, para que lo pueda entender.

9Luego aguardaremos quedamente Su respuesta. 10Hemos atacado el plan de Dios para la salvación sin habernos detenido a escuchar en qué consistía. 11Hemos expresado nuestros resentimientos con gritos tan ensordecedores, que no hemos escuchado Su VOZ. 12Hemos utilizado nuestros resentimientos para cubrirnos los ojos y para taparnos los oídos.
11. Ahora queremos ver, oír y aprender. 2"¿Qué es la salvación, Padre?" 3Pregunta y se te contestará. 4Busca y hallarás. 5Ya no le estamos preguntando al ego qué es la salvación ni dónde encontrarla. 6Se lo estamos preguntando a la verdad. 7Ten por seguro, entonces, que la respuesta será verdad, en virtud de Aquél a Quien se lo estás preguntando.
12. Cada vez que sientas que tu confianza flaquea y que tu esperanza de triunfo titubea y se extingue, repite tu pregunta y tu petición, recordando que le estás preguntando al infinito Creador de lo infinito, Quien te creó a semejanza de Sí Mismo:

2¿Qué es la salvación, Padre? 3No lo sé. 4Dímelo, para qué lo pueda entender.

5Él te contestará. 6Resuélvete a escuchar.
13. Hoy sólo será necesario una o quizás dos sesiones de práctica cortas por hora, ya que serán un poco más largas que de costumbre. 2Los ejercicios deben comenzar con lo siguiente:

3Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación. 4Permíteme aceptarlo en lugar de atacarlo. 5¿Qué es la salvación, Padre?

6Luego espera en silencio un minuto más o menos, preferiblemente con los ojos cerrados, y aguarda Su respuesta.

LECCIÓN 73

Mi voluntad es que haya luz.

1. Hoy vamos a examinar la voluntad que compartes con Dios. 2Dicha voluntad no es lo mismo que los vanos deseos del ego, de los cuales emanan las tinieblas y la nada. 3La voluntad que compartes con Dios encierra dentro de sí todo el poder de la creación. 4Los vanos deseos del ego no se pueden compartir y, por lo tanto, no tienen poder alguno. 5Sus deseos no son infructuosos en el sentido de que pueden dar lugar a un mundo de ilusiones en el cual puedes llegar a creer ciegamente. 6Desde el punto de vista de la creación, no obstante, son ciertamente infructuosos, pues no dan lugar a nada que sea real.
2. Los vanos deseos y los resentimientos son socios o co-fabricantes del mundo tal como lo ves. 2Los deseos del ego dieron lugar al mundo, y la necesidad del ego de abrigar resentimientos -los cuales son indispensables para sustentar este mundo- lo pueblan de figuras que parecen atacarte y hacer que tus juicios estén "justificados". 3Estas figuras se convierten en los intermediarios que el ego emplea en el tráfico de resentimientos. 4Se interponen entre tu conciencia y la realidad de tus hermanos. 5Al contemplar dichas figuras, no puedes conocer a tus hermanos ni a tu Ser.
3. Pierdes conciencia de tu voluntad en esta extraña transacción en la que la culpabilidad se trueca una y otra vez, y los resentimientos aumentan con cada intercambio. 2¿Cómo iba a haber podido crear la Voluntad que el Hijo de Dios comparte con su Padre semejante mundo? 3¿Acaso creó Dios desastres para Su Hijo? 4La creación es la Voluntad conjunta de Ambos. 5¿Cómo iba Dios a crear un mundo que pudiese destruirlo a Él?
4. Hoy trataremos una vez más de ponernos en contacto con el mundo que está acorde con tu voluntad. 2La luz está en él porque no se opone a la Voluntad de Dios. 3No es el Cielo, pero la luz del Cielo resplandece sobre él. 4Las tinieblas han desaparecido, al igual que los vanos deseos del ego. 5Sin embargo, la luz que res-plandece sobre dicho mundo es un reflejo de tu voluntad. 6Por lo tanto, es dentro de ti donde la buscaremos.
5. Tu imagen del mundo tan sólo puede reflejar lo que está dentro de ti. 2Ni la fuente de la luz ni la de la oscuridad pueden encontrarse fuera de ti. 3Tus resentimientos nublan tu mente, y, como consecuencia de ello, contemplas un mundo tenebroso. 4El perdón despeja las tinieblas, reafirma tu voluntad y te permite contemplar un mundo de luz. 5Hemos subrayado repetidas veces que es fácil salvar la barrera de los resentimientos, y que ésta no puede interponerse entre tu salvación y tú. 6La razón es muy simple. 7¿Quieres realmente estar en el infierno? 8¿Quieres realmente gemir, sufrir y morir?
6. Olvídate de los argumentos del ego que tratan de probar que todo eso es realmente el Cielo. 2Tú bien sabes que no lo es. 3Eso no puede ser lo que tú deseas para ti mismo. 4Hay un punto más allá del cual las ilusiones no pueden pasar. 5El sufrimiento no es felicidad, y la felicidad es lo que realmente deseas. 6Eso es lo que en verdad es tu voluntad. 7Y por ende, la salvación es asimismo tu voluntad. 8Tú quieres tener éxito en lo que nos proponemos hacer hoy. 9Así que lo emprendemos con tu bendición y grata conformidad.
7. Tendremos éxito hoy si recuerdas que lo que quieres para ti es la salvación. 2Quieres aceptar el plan de Dios porque eres parte integrante de él. 3No tienes ninguna voluntad que realmente se pueda oponer a ese plan, ni tampoco es ése tu deseo. 4La salvación es para ti. 5Por encima de todo, quieres tener la libertad de recordar quién eres realmente. 6Hoy es el ego el que se encuentra impotente ante tu voluntad. 7Tu voluntad es libre, y nada puede prevalecer contra ella.
8. Abordaremos los ejercicios de hoy, por lo tanto, con entusiasmo y confianza, seguros de que encontraremos lo que es tu voluntad encontrar y de que recordaremos lo que es tu voluntad recordar. 2Ningún deseo vano puede detenernos ni engañarnos con ilusiones de fuerza. 3Deja que hoy se haga tu voluntad, y pon fin de una vez por todas a la absurda creencia de que prefieres el infierno al Cielo.
9. Comenzaremos nuestras sesiones de práctica más largas reconociendo que el plan de Dios para la salvación, y sólo el Suyo, es el que está en completo acuerdo con tu voluntad. 2No es el propósito de un poder extraño que se te impone en contra de tu voluntad. 3Es el único propósito aquí con el que tú y tu Padre estáis perfectamente de acuerdo. 4Triunfarás hoy: la hora señalada para la emancipación del Hijo de Dios del infierno y de todos los deseos vanos. 5Su voluntad queda ahora reinstaurada en su conciencia. 6Él está dispuesto hoy mismo a contemplar la luz que mora en él y a salvarse.
10. Después que te hayas recordado esto a ti mismo y hayas resuelto mantener tu voluntad claramente en tu mente, repite para tus adentros estas palabras con templada determinación y tranquila certeza:

2Mi voluntad es que haya luz.
3Quiero contemplar la luz que refleja la Voluntad de Dios y la mía.

4Deja entonces que tu voluntad se afirme a sí misma, unida al poder de Dios y en unión con tu Ser. 5Pon el resto de la sesión de práctica bajo Su dirección. 6Únete a Ellos que te señalan el camino.
11. En las sesiones de práctica más cortas, declara nuevamente lo que realmente deseas. 2Di:

3Mi voluntad es que haya luz. 4La oscuridad no es mi voluntad.

5Debes repetir esto varias veces por hora. 6Es de suma importancia, no obstante, que apliques esta idea de inmediato si te sientes tentado de abrigar cualquier clase de resentimiento. 7Esto te ayudará a desprenderte de todos ellos en lugar de seguir abrigándolos y ocultándolos en la oscuridad.

LECCIÓN 74

No hay más voluntad que la de Dios.

1. La idea de hoy se puede considerar como el pensamiento central hacia el cual se dirigen todos nuestros ejercicios. 2La Voluntad de Dios es la única Voluntad. 3Cuando hayas reconocido esto, habrás reconocido que tu voluntad es la Suya. 4La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido. 5La paz habrá reemplazado a la extraña idea de que te atormentan objetivos conflictivos. 6En cuanto que expresión de la Voluntad de Dios, no tienes otro objetivo que el Suyo.
2. La idea de hoy encierra una gran paz, y lo que los ejercicios de hoy se proponen es encontrarla. 2La idea en sí es completamente cierta. 3Por lo tanto, no puede dar lugar a ilusiones. 4Sin ilusiones, el conflicto es imposible. 5Tratemos hoy de reconocer esto y de experimentar la paz que este reconocimiento nos brinda.
3. Comienza las sesiones de práctica más largas repitiendo lentamente los pensamientos que siguen a continuación varias veces, con la firme determinación de comprender su significado y de retenerlos en la mente:

2No hay más voluntad que la de Dios. 3No puedo estar en conflicto.

4Dedica entonces varios minutos a añadir pensamientos afines, tales como:

5Estoy en paz.
6Nada puede perturbarme. 7Mi voluntad es la de Dios.
8Mi voluntad y la de Dios son una.
9La Voluntad de Dios es que Su Hijo esté en paz.

10Durante esta fase introductoria, asegúrate de hacerle frente en seguida a cualquier pensamiento conflictivo que pueda cruzar tu mente. 11Di de inmediato:

12No hay más voluntad que la de Dios.
13Estos pensamientos conflictivos no significan nada.

4. Si algún asunto parece ser muy difícil de resolver, resérvalo para un examen más detenido. 2Piensa en él brevemente, aunque de manera muy concreta, identificando la persona o personas en cuestión y la situación o situaciones de que se trate, y di para tus adentros:

3No hay más voluntad que la de Dios. 4Yo la comparto con Él.
5Mis conflictos con respecto a _____ no pueden ser reales.

5. Después de que hayas despejado tu mente de esta manera, cierra los ojos y trata de experimentar la paz a la que tu realidad te da derecho. 2Sumérgete en ella y siente como te va envolviendo. 3Puede que te asalte la tentación de confundir estas prácticas con el ensimismamiento, pero la diferencia entre ambas cosas es fácil de detectar. 4Si estás llevando a cabo el ejercicio correctamente, sentirás una profunda sensación de dicha y mayor agudeza mental en vez de somnolencia y enervamiento.
6. La paz se caracteriza por la dicha. 2Cuando experimentes dicha sabrás que has alcanzado la paz. 3Si tienes la sensación de estar cayendo en el ensimismamiento, repite la idea de hoy de inmediato y luego vuelve al ejercicio. 4Haz esto cuantas veces sea necesario. 5Es ciertamente ventajoso negarse a buscar refugio en el ensimismamiento, aun si no llegas a experimentar la paz que andas buscando.
7. En las sesiones más cortas, que hoy se deben llevar a cabo a intervalos regulares previamente determinados, di para tus adentros:

2No hay más voluntad que la de Dios. 3Hoy busco Su paz.

4Trata entonces de hallar lo que buscas. 5Dedicar uno o dos minutos cada media hora a hacer este ejercicio -con los ojos cerrados a ser posible- será tiempo bien empleado.

LECCIÓN 75

La luz ha llegado.

1. La luz ha llegado. 2Te has curado y puedes curar. 3La luz ha llegado. 4Te has salvado y puedes salvar. 5Estás en paz y llevas la paz contigo dondequiera que vas. 6Las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. 7La luz ha llegado.
2. Hoy celebramos el feliz desenlace de tu largo sueño de desastres. 2Ya no habrá más sueños tenebrosos. 3La luz ha llegado. 4Hoy comienza la era de la luz para ti y para todos los demás. 5Es una nueva era, de la que ha nacido un mundo nuevo. 6Y cuando el viejo pasó de largo, no dejó rastro alguno sobre el nuevo. 7Hoy vemos un mundo diferente porque la luz ha llegado.
3. Nuestros ejercicios de hoy serán ejercicios felices, pues en ellos daremos gracias por la desaparición de lo viejo y el comienzo de lo nuevo. 2Ya no quedan sombras del pasado que puedan nublar nuestra vista y ocultar el mundo que el perdón nos ofrece. 3Hoy aceptaremos el nuevo mundo como lo que deseamos ver. 4Lo que anhelamos se nos concederá. 5Nuestra voluntad es ver la luz; la luz ha llegado.
4. Dedicaremos nuestras sesiones de práctica más largas a ver el mundo que el perdón nos muestra. 2Eso, y sólo eso, es lo que queremos ver. 3Nuestro único propósito hace que la consecución de nuestro objetivo sea inevitable. 4Hoy el mundo real se alza jubiloso ante nosotros para que por fin lo podamos ver. 5Se nos concede la visión ahora que la luz ha llegado.
5. No queremos ver hoy sobre el mundo la sombra del ego. 2Vemos la luz y en ella vemos el reflejo del Cielo extenderse por todo el mundo. 3Comienza las sesiones de práctica más largas dándote a ti mismo las buenas nuevas de tu liberación:

4La luz ha llegado. 5He perdonado al mundo.

6. No te entretengas hoy en el pasado. 2Mantén tu mente completamente receptiva, libre de todas las ideas del pasado y de todo concepto que hayas inventado. 3Hoy has perdonado al mundo. 4Puedes contemplarlo ahora como si nunca antes lo hubieses visto. 5Todavía no sabes qué aspecto tiene. 6Simplemente estás esperando a que se te muestre. 7Mientras esperas, repite varias veces lentamente y con absoluta paciencia:

8La luz ha llegado. 9He perdonado al mundo.

7. Date cuenta de que tu perdón te hace acreedor a la visión. 2Entiende que el Espíritu Santo jamás deja de darles el don de la visión a los que perdonan. 3Confía en que Él no dejará de dártelo a ti ahora. 4Has perdonado al mundo. 5El Espíritu Santo estará contigo mientras observas y esperas. 6Él te mostrará lo que la verdadera visión ve. 7Ésa es Su Voluntad y tú te has unido a Él. 8Espéralo pacientemente. 9Él estará allí. 10La luz ha llegado. 11Has perdonado al mundo.
8. Dile que sabes que no puedes fracasar en tu empeño porque confías en Él. 2Y dite a ti mismo que esperas lleno de certeza poder contemplar el mundo que Él te ha prometido. 3De ahora en adelante verás de otra manera. 4La luz ha llegado hoy. 5Y verás el mundo que se te ha prometido desde los orígenes del tiempo, en el cual el fin del tiempo está garantizado.
9. Las sesiones de práctica más cortas serán asimismo jubilosos recordatorios de tu emancipación. 2Recuérdate a ti mismo cada cuarto de hora aproximadamente que hoy es un día de una celebración especial. 3Da gracias por la misericordia y el Amor de Dios. 4Regocíjate de que el perdón tenga el poder de sanar com-pletamente tu vista. 5Confía en que este día será un nuevo comienzo. 6Sin las tinieblas del pasado sobre tus ojos, hoy no podrás sino ver. 7y tu acogida a lo que veas será tal que felizmente extenderás el día de hoy para siempre.
10. Di entonces:

2La luz ha llegado. 3He perdonado al mundo.

4Si te asaltase la tentación, dile a quienquiera que parezca estarte llevando nuevamente a las tinieblas:

5La luz ha llegado. 6Te he perdonado.

11. Dedicamos este día a la serenidad en la que Dios quiere que estés. 2Manténla en la conciencia que tienes de ti mismo y contémplala en todas partes hoy, según celebramos el comienzo de tu visión y del panorama que ofrece el mundo real, el cual ha venido a reemplazar al mundo que no habías perdonado y que pensabas era real.

LECCIÓN 76

No me gobiernan otras leyes que las de Dios.

1. Hemos visto antes cuántas cosas absurdas te han parecido ser la salvación. 2Cada una de ellas te ha aprisionado con leyes tan absurdas como ellas mismas. 3Sin embargo, no estás aprisionado por ninguna de esas cosas. 4Mas para comprender que esto es cierto, primero te tienes que dar cuenta de que la salvación no se encuentra en ninguna de ellas. 5Mientras la busques en cosas que no tienen sentido te atarás a ti mismo a leyes que tampoco tienen sentido. 6Y de esta manera, tratarás de probar que la salvación está donde no está.
2. Hoy nos alegraremos de que no puedas probarlo. 2Pues si pudieses, buscarías la salvación eternamente donde no está, y jamás la hallarías. 3La idea de hoy te repite una vez más cuán simple es la salvación. 4Búscala allí donde te espera y allí la hallarás. 5No la busques en ninguna otra parte, pues no está en ninguna otra parte.
3. Piensa en la liberación que te brinda el reconocimiento de que no estás atado a las extrañas y enrevesadas leyes que has promulgado para que te salven. 2Crees realmente que te morirías de hambre a menos que tengas fajos de tiras de papel moneda y montones de discos de metal. 3Crees realmente que una pequeña píldora que te tomes o que cierto fluido inyectado en tus venas con una fina aguja te resguardará de las enfermedades y de la muerte. 4Crees realmente que estás solo a no ser que otro cuerpo esté contigo.
4. La demencia es la que piensa estas cosas. 2Tú las llamas leyes y las anotas bajo diferentes nombres en un extenso catálogo de rituales que no sirven para nada ni tienen ningún propósito. 3Crees que debes obedecer las "leyes" de la medicina, de la economía y de la salud. 4Protege el cuerpo y te salvarás.
5. Eso no son leyes, sino locura. 2EI cuerpo se ve amenazado por la mente que se hace daño a sí misma. 3El cuerpo sufre sólo para que la mente no pueda darse cuenta de que es la víctima de sí misma. 4El sufrimiento corporal es una máscara de la que la mente se vale para ocultar lo que realmente sufre. 5No quiere entender que es su propia enemiga; que se ataca a sí misma y que quiere morir. 6De esto es de lo que tus "leyes" quieren salvar al cuerpo. 7Para esto es para lo que crees ser un cuerpo.
6. No hay más leyes que las de Dios. 2Esto necesita repetirse una y otra vez hasta que te des cuenta de que es aplicable a todo lo que has hecho en oposición a la Voluntad de Dios. 3Tu magia no tiene sentido. 4Lo que pretende salvar no existe. 5Únicamente lo que pretende ocultar te salvará.
7. Las leyes de Dios jamás pueden ser reemplazadas. 2Dedicaremos el día de hoy a regocijarnos de que así sea. 3No es ésta una verdad que queramos seguir ocultando. 4En lugar de ello nos daremos cuenta de que es una verdad que nos mantiene libres para siempre. 5La magia aprisiona, pero las leyes de Dios liberan. 6La luz ha llegado porque no hay más leyes que las de Él.
8. Comenzaremos hoy las sesiones de práctica más largas con un breve repaso de las diferentes clases de "leyes" que hemos creído necesario acatar. 2Éstas incluyen, por ejemplo, las "leyes" de la nutrición, de la inmunización, de los medicamentos y de la protección del cuerpo en las innumerables maneras en que ésta se lleva a cabo. 3Crees también en las "leyes" de la amistad, de las "buenas" relaciones y de la reciprocidad. 4Puede que hasta incluso creas que hay leyes que regulan lo que es de Dios y lo que es tuyo. 5Muchas "religiones" se han basado en eso. 6Dichas religiones no salvan, sino que condenan en nombre del Cielo. 7En cualquier caso, sus leyes no son más extrañas que otras "leyes" que tú crees que debes obedecer para estar a salvo.
9. No hay más leyes que las de Dios. 2Deshecha hoy todas tus insensatas creencias mágicas y mantén la mente en un estado de silenciosa preparación para escuchar la Voz que te dice la verdad. 3Estarás escuchando a Uno que te dice que de acuerdo con las leyes de Dios las pérdidas no existen. 4No se hacen ni se reciben pagos; no se pueden hacer intercambios; 5no hay sustitutos y ninguna cosa es reemplazada por otra. 6Las leyes de Dios dan eternamente sin jamás quitar nada.
10. Escucha a Aquél que te dice esto y date cuenta de cuán insensatas son las "leyes" que tú pensabas regían el mundo que creías ver. 2Sigue prestando atención. 3Él te dirá más. 4Te hablará del Amor que tu Padre te profesa, 5de la infinita dicha que te ofrece, 6de la ardiente añoranza que siente por Su único Hijo, creado como Su canal de creación, pero que éste le niega debido a su creencia en el infierno.
11. Abramos hoy los canales de Dios y permitamos que Su Voluntad se extienda a través de nosotros hasta Él. 2De esa manera es como la creación se expande infinitamente. 3Su Voz nos hablará de esto, así como de los gozos del Cielo, que Sus leyes mantienen por siempre ilimitados. 4Repetiremos la idea de hoy hasta que hayamos escuchado y comprendido que no hay más leyes que las de Dios. 5Después nos diremos a nosotros mismos, a modo de dedicatoria con la cual concluye la sesión de práctica:

6No me gobiernan otras leyes que las de Dios.

12. Repetiremos hoy esta dedicatoria tan a menudo como sea posible; por lo menos cuatro o cinco veces por hora, así como en respuesta a cualquier tentación de sentirnos sujetos a otras leyes a lo largo del día. 2Es nuestra declaración de que estamos a salvo de todo peligro y de toda tiranía. 3Es nuestro reconocimiento de que Dios es nuestro Padre y de que Su Hijo se ha salvado.

LECCIÓN 77

Tengo derecho a los milagros.

1. Tienes derecho a los milagros debido a lo que eres. 2Recibirás milagros debido a lo que Dios es. 3Y ofrecerás milagros debido a que eres uno con Dios. 4Una vez más, ¡cuán simple es la salvación! 5Es sencillamente una afirmación de tu verdadera Identidad. 6Esto es lo que celebraremos hoy.
2. Tu derecho a los milagros no se basa en las ilusiones que tienes acerca de ti mismo. 2No depende de ningún poder mágico que te hayas adscrito ni de ninguno de los rituales que has ingeniado. 3Es inherente a la verdad de lo que eres. 4Está implícito en lo que Dios, tu Padre, es. 5Tu derecho a los milagros quedó establecido en tu creación y está garantizado por las leyes de Dios.
3. Hoy reivindicaremos los milagros a los que tienes derecho, pues te pertenecen. 2Se te ha prometido total liberación del mundo que construiste. 3Se te ha asegurado que el Reino de Dios se encuentra dentro de ti y que jamás lo puedes perder. 4No pedimos sino lo que en verdad nos pertenece. 5Hoy, sin embargo, nos aseguraremos también de no conformarnos con menos.
4. Comienza las sesiones de práctica más largas de hoy diciéndote a ti mismo con absoluta certeza que tienes derecho a los milagros. 2Cierra los ojos y recuerda que estás pidiendo únicamente lo que por derecho propio te pertenece. 3Recuérdate también a ti mismo que los milagros jamás se le quitan a uno para dárselos a otro, y que al reivindicar tus derechos estás haciendo valer los derechos de todo el mundo. 4Los milagros no obedecen las leyes de este mundo. 5Proceden simplemente de las leyes de Dios.
5. Después de esta breve fase introductoria, espera en silencio la ratificación de que se te ha concedido tu petición. 2Has pedido la salvación del mundo así como la tuya. 3Has pedido que se te concedan los medios a través de los cuales se puede lograr esto. 4Es imposible que no se te den garantías al respecto. 5No estás sino pidiendo que se haga la Voluntad de Dios.
6. Al hacer esto, no estás realmente pidiendo nada. 2Estás afirmando un hecho innegable. 3El Espíritu Santo no puede sino asegurarte que se te ha concedido tu petición. 4El hecho de que la aceptases lo confirma. 5Hoy no hay cabida para la duda ni la incertidumbre. 6Estamos haciendo por fin una petición real. 7La respuesta es una simple exposición de un simple hecho. 8Recibirás la ratificación que buscas.
7. Nuestras sesiones de práctica más cortas serán frecuentes, y estarán dedicadas a recordar un simple hecho. 2Repite hoy frecuentemente:

3Tengo derecho a los milagros.

4Pídelos cada vez que se presente una situación que los requiera. 5Reconocerás tales situaciones. 6Y como no estás dependiendo de ti mismo para encontrar el milagro, tienes pleno derecho a recibirlo siempre que lo pidas.
8. Recuerda también que no te debes conformar con nada que no sea la respuesta perfecta. 2Si te asaltan tentaciones, di de inmediato:

3No intercambiaré milagros por resentimientos.
4Quiero únicamente lo que me pertenece.
5Dios ha establecido mi derecho a los milagros.

LECCIÓN 78

¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientosl

1. Tal vez aún no esté completamente claro para ti el hecho de que en cada decisión que tomas estás eligiendo entre un resentimiento y un milagro. 2Cada resentimiento se alza cual tenebroso escudo de odio ante el milagro que pretende ocultar. 3Y al alzarlo ante tus ojos no puedes ver el milagro que se encuentra tras él. 4Éste, no obstante, sigue allí aguardándote en la luz, pero en lugar de él contemplas tus resentimientos.
2. Hoy vamos a ir más allá de los resentimientos para contemplar el milagro en lugar de ellos. 2Invertiremos la manera como ves al no dejar que tu vista se detenga antes de que veas. 3No esperaremos frente al escudo de odio, sino que lo dejaremos caer, y, suavemente, alzaremos los ojos en silencio para contemplar al Hijo de Dios.
3. Él te espera tras todos tus resentimientos, y a medida que dejas éstos de lado, él aparecerá radiante de luz en el lugar que antes ocupaba cada uno de ellos. 2Pues cada resentimiento constituye un obstáculo a la visión, mas según se elimina, puedes ver al Hijo de Dios allí donde él siempre ha estado. 3Él se encuentra en la luz, pero tú estabas en las tinieblas. 4Cada resentimiento hacía que las tinieblas fuesen aún más tenebrosas, lo cual te impedía ver.
4. Hoy intentaremos ver al Hijo de Dios. 2No nos haremos los ciegos para no verlo; no vamos a contemplar nuestros resentimientos. 3Así es como se invierte la manera de ver del mundo, al nosotros dirigir nuestra mirada hacia la verdad y apartarla del miedo. 4Seleccionaremos a alguien que haya sido objeto de tus resentimientos y, dejando éstos a un lado, lo contemplaremos. 5Quizá es alguien a quien temes o incluso odias; o alguien a quien crees amar, pero que te hizo enfadar; alguien a quien llamas amigo, pero que en ocasiones te resulta pesado o difícil de complacer; alguien exigente, irritante o que no se ajusta al ideal que debería aceptar como suyo, de acuerdo con el papel que tú le has asignado.
5. Ya sabes de quien se trata: su nombre ya ha cruzado tu mente. 2 En él es en quien pedimos que se te muestre el Hijo de Dios. 3Al contemplarlo sin los resentimientos que has abrigado en su contra, descubrirás que lo que permanecía oculto cuando no lo veías, se encuentra en todo el mundo y se puede ver. 4El que era un enemigo es más que un amigo cuando está en libertad de asumir el santo papel que el Espíritu Santo le ha asignado. 5Deja que él sea hoy tu salvador. 6Tal es su función en el plan de Dios, tu Padre.
6. En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy lo veremos asumiendo ese papel. 2Pero primero intenta mantener su imagen en tu mente tal como lo ves ahora. 3Pasa revista a sus faltas, a las dificultades que has tenido con él, al dolor que te ha causado, a sus descuidos y a todos los disgustos grandes y pequeños que te ha ocasionado. 4Contempla las imperfecciones de su cuerpo así como sus rasgos más atractivos, y piensa en sus errores e incluso en sus "pecados".
7. Pidámosle entonces a Aquél que conoce la realidad y la verdad de este Hijo de Dios, que se nos conceda poder contemplarlo de otra manera y ver a nuestro salvador resplandeciendo en la luz del verdadero perdón que se nos ha concedido. 2En el santo Nombre de Dios y en el de Su Hijo, que es tan santo como Él, le pedimos:

3Quiero contemplar a mi salvador en éste a quien Tú has designado como aquel al que debo pedir que me guíe hasta la santa luz en la que él se encuentra, de modo que pueda unirme a él.

4 Los ojos del cuerpo están cerrados, y mientras piensas en aquel que te agravió, deja que a tu mente se le muestre la luz que brilla en él más allá de tus resentimientos.
5. Lo que has pedido no se te puede negar. 2Tu salvador ha estado esperando esto hace mucho tiempo. 3Él quiere ser libre y hacer que su libertad sea también la tuya. 4El Espíritu Santo se extiende desde él hasta ti, y no ve separación alguna en el Hijo de Dios. 5Y lo que ves a través de Él os liberará a ambos. 6Mantente muy quedo ahora, y contempla a tu radiante salvador. 7Ningún sombrío resentimiento nubla la visión que tienes de él. 8Le has permitido al Espíritu Santo expresar a través de ese hermano el papel que Dios le asignó a Él para que tú te pudieses salvar.
9. Dios te da las gracias por estos momentos de sosiego en que dejas a un lado tus imágenes para ver en su lugar el milagro de amor que el Espíritu Santo te muestra. 2Tanto el mundo como el Cielo te dan las gracias, pues ni uno solo de los Pensamientos de Dios puede sino regocijarse por tu salvación y por la del mundo entero junto contigo.
10. Recordaremos esto a lo largo del día, y asumiremos el papel que se nos ha asignado como parte del plan de Dios para la salvación, y no del nuestro. 2La tentación desaparece cuando permitimos que todo aquel que se cruza en nuestro camino sea nuestro salvador, rehusándonos a ocultar su luz tras la pantalla de nuestros resentimientos. 3Permite que todo aquel con quien te encuentres, o en quien pienses o recuerdes del pasado, asuma el papel de salvador, de manera que lo puedas compartir con él. 4Por ti y por él, así como por todos los que no ven, rogamos:

5iQue los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

LECCIÓN 79

Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.

1. No puedes resolver un problema a menos que sepas de qué se trata. 2Incluso si ya está resuelto, lo seguirás teniendo porque no reconocerás que ya se ha resuelto. 3Ésta es la situación del mundo. 4El problema de la separación, que es en realidad el único problema que hay, ya se ha resuelto. 5No obstante, la solución no se ha reconocido porque no se ha reconocido el problema.
2. En este mundo cada cual parece tener sus propios problemas. 2Mas todos ellos son el mismo problema, y se tiene que reconocer que son el mismo si es que se ha de aceptar la única solución que los resuelve a todos. 3Ahora bien, ¿quién puede darse cuenta de que un problema se ha resuelto si piensa que el problema es otra cosa? 4Aun si se le proporcionara la respuesta, no podría ver su relevancia.
3. Ésta es la situación en la que te encuentras ahora. 2Dispones de la respuesta, pero todavía no estás seguro de cuál es el problema. 3Pareces enfrentarte a una larga serie de problemas, los cuales son todos diferentes entre sí, y cuando uno se resuelve, surge otro y luego otro. 4No parecen tener fin. 5En ningún momento te sientes completamente libre de problemas y en paz.
4. La tentación de considerar que los problemas son múltiples es la tentación de dejar el problema de la separación sin resolver. 2El mundo parece presentarte una multitud de problemas, y cada uno parece requerir una solución distinta. 3Esta percepción te coloca en una posición en la que tu manera de resolver problemas no puede sino ser inadecuada, haciendo así que el fracaso sea inevitable.
5. Nadie podría resolver todos los problemas que el mundo parece tener. 2Éstos parecen manifestarse en tantos niveles, en formas tan variadas y con contenidos tan diversos, que crees enfrentarte a una situación imposible. 3Tal como los percibes, el desaliento y la depresión son inevitables. 4Algunos surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto los anteriores. 5Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y emergen de vez en cuando para atormentarte, mas sólo para volver a quedar ocultos pero aún sin resolver.
6. Toda esta complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema y, por lo tanto, de no permitir que se resuelva. 2Si pudieses reconocer que, sea cual fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de la separación, aceptarías la respuesta, puesto que verías su relevancia. 3Si advirtieras el común denominador que subyace a todos los problemas a los que pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos todos. 4Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.
7. En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy preguntaremos cuál es el problema y cuál es su solución. 2No asumiremos que ya lo sabernos., 3Trataremos de liberar a nuestras mentes de las innumerables clases de problemas que creemos tener. 4Trataremos de darnos cuenta de que sólo tenemos un problema, el cual no hemos reconocido. 5Preguntaremos cuál es ese problema y esperaremos la respuesta. 6Ésta se nos dará. 7Luego preguntaremos cuál es su solución. 8Y ésta se nos dará también.
8. Los ejercicios de hoy serán fructíferos en la medida en que no insistas en querer definir el problema. 2Quizá no logres abandonar todas tus ideas preconcebidas, pero eso no es necesario. 3Lo único que es necesario es poner mínimamente en duda la realidad de tu versión de lo que son tus problemas. 4Estás tratando de darte cuenta de que al reconocer el problema se te da la respuesta, de manera que problema y respuesta puedan reconciliarse y tú puedas quedar en paz.
9. Las sesiones de práctica cortas de hoy no estarán regidas por el reloj, sino por la necesidad. 2Hoy verás muchos problemas, y cada uno de ellos parecerá requerir una solución distinta. 3Nuestros esfuerzos estarán encaminados al reconocimiento de que no hay más que un solo problema y una sola solución. 4Con este reconocimiento se resuelven todos los problemas. 5Con este reconocimiento arriba la paz.
9. No te dejes engañar hoy por la forma en que se manifiestan los problemas. 2Cada vez que parezca surgir alguna dificultad, di de inmediato:

3Permítaseme reconocer este problema para que pueda ser resuelto.

4Trata entonces de suspender todo juicio con respecto a lo que el problema es. 5A ser posible, cierra los ojos por un momento y pregunta cuál es el problema. 6Serás escuchado y se te responderá.

LECCIÓN 80

Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.

1. Si estás dispuesto a reconocer tus problemas, reconocerás que no tienes ninguno. 2Tu problema central se ha resuelto y no tienes ningún otro. 3Por lo tanto, debes sentirte en paz. 4La salvación, pues, depende de que reconozcas que ése es el único problema y de que entiendas que ya se ha resuelto. 5Un solo problema, una sola solución. 6La salvación se ha consumado. 7Se te ha liberado de todo conflicto. 8Acepta este hecho, y estarás listo para ocupar el puesto que te corresponde en el plan de Dios para la salvación.
2. ¡Tu único problema ya se ha resuelto! 2Repite esto hoy para tus adentros una y otra vez a lo largo del día, con gratitud y convicción. 3Has reconocido tu único problema, dándole así paso al Espíritu Santo para que te dé la respuesta de Dios. 4Has dejado a un lado las decepciones y has visto la luz de la verdad. 5Has aceptado la salvación para ti mismo al llevar el problema a la solución. 6Y puedes reconocer la solución porque has identificado el problema.
3. Hoy tienes derecho a la paz. 2Un problema que ya se ha resuelto no te puede perturbar. 3Asegúrate únicamente de no olvidarte que todos los problemas son uno solo. 4Sus múltiples formas no te podrán engañar, mientras te acuerdes de esto. 5Un solo problema, una sola solución. 6Acepta la paz que te brinda esta sencilla afirmación.
4. En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy reivindicaremos la paz que inevitablemente será nuestra una vez que el problema y la solución se hayan reconciliado. 2El problema tiene que haber desaparecido porque la respuesta de Dios no puede fallar. 3Al haber reconocido el problema has reconocido la solución. 4La solución es inherente al problema. 5Se te ha contestado, y tú has aceptado la respuesta. 6Te has salvado.
5. Permite ahora que se te dé la paz que tu aceptación te brinda. 2Cierra los ojos y recibe tu recompensa. 3Reconoce que tus problemas se han resuelto. 4Reconoce que no tienes conflictos, y que estás libre y en paz. 5Sobre todo, recuerda que tienes un solo problema y que el problema tiene una sola solución. 6En esto reside la simplicidad de la salvación. 7Por eso es por lo que su eficacia está garantizada.
6. Afirma hoy con frecuencia que tus problemas ya se han resuelto. 2Repite la idea con absoluta convicción tan a menudo como sea posible. 3Y asegúrate en particular, de aplicar la idea de hoy a cualquier problema concreto que pueda surgir. 4Di de inmediato:

5Permítaseme reconocer que este problema ya se ha resuelto.

7. Propongámonos no acumular resentimientos hoy. 2Propongámonos estar libres de problemas que no existen: 3Para lograr esto sólo se requiere honestidad. 4No te engañes con respecto a cuál es el problema, y no podrás sino reconocer que se ha resuelto.

SEGUNDO REPASO

Introducción

1. Estamos listos ahora para otro repaso. 2Comenzaremos donde el anterior terminó y abarcaremos dos ideas por día. 3La primera parte del día se dedicará a una de estas ideas, y la segunda parte a la otra. Llevaremos a cabo una sola sesión de ejercicios larga, y varias sesiones cortas en las que practicaremos con cada una de las ideas.
2. Las sesiones más largas deben hacerse siguiendo estas sugerencias: asigna aproximadamente quince minutos a cada una de ellas, y comienza pensando en las ideas correspondientes a ese día, así como en los comentarios que las acompañan. 2Dedica tres o cuatro minutos a leerlos lentamente, varias veces si así lo deseas, y luego cierra los ojos y escucha.
3. Repite la primera fase del ejercicio si notas que tu mente divaga, pero trata de pasar la mayor parte del tiempo escuchando sosegadamente aunque con mucha atención. 2Hay un mensaje esperándote. 3Confía en que lo vas a recibir. 4Recuerda que es para ti y que quieres recibirlo.
4. No permitas que tu intención vacile en presencia de aquellos pensamientos que vengan a distraerte. 2Comprende que sea cual sea la forma que adopten, no tienen sentido ni poder. 3Reemplázalos con tu determinación de triunfar. 4No olvides que tu voluntad tiene poder sobre todas las fantasías y sobre todos los sueños. 5Confía en que tu voluntad te apoyará y te llevará más allá de ellos.
5. Considera estas sesiones de práctica como consagraciones al camino, a la verdad y a la vida. 2No dejes que ninguna ilusión, ningún pensamiento de muerte ni ninguna senda sombría te desvíe de tu propósito. 3Estás comprometido a la salvación. 4Resuélvete cada día a no dejar de cumplir tu función.
6. Reafirma tu determinación asimismo en las sesiones de práctica más cortas, usando la idea en su forma original para las aplicaciones generales y variaciones más específicas cuando sea necesario. 2En los comentarios que siguen a las ideas se incluyen algunas variaciones específicas. 3Éstas son, no obstante, meras sugerencias. 4Las palabras que utilices no es lo que realmente importa.

LECCIÓN 81

Nuestras ideas para el repaso de hoy son las siguientes:

1. (61) Yo soy la luz del mundo.

2¡Cuán santo soy yo, a quien se le ha encomendado la función de iluminar el mundo! 3Concédaseme poder permanecer en quietud ante mi santidad. 4Que en su serena luz desaparezcan todos mis conflictos. 5Y que en su paz pueda recordar Quién soy.
2. Algunas variaciones específicas para aplicar esta idea cuando parezcan surgir dificultades podrían ser:

2No he de nublar la luz del mundo en mí.
3Que la luz del mundo resplandezca a través de esta apariencia.
4Esta sombra desaparecerá ante la luz.

3. (62) Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.

2Sólo aceptando mi función podré ver la luz en mí. 3Y en esa luz mi función se perfilará claramente y sin ambigüedad alguna ante mis ojos. 4Esta aceptación no depende de que yo reconozca lo que mi función es, pues aún no comprendo lo que es el perdón. 5Sin embargo, confío en que en la luz lo veré tal como es.
4. Algunas variaciones para las aplicaciones más concretas de esta idea podrían ser:

2Que esto me ayude a aprender el significado del perdón.
3No dejes que separe mi función de mi voluntad.
4No me valdré de esto para apoyar un propósito ajeno a mí.

LECCIÓN 82

Hoy repasaremos estas ideas:

1. (63) La luz del mundo le brinda paz a todas las mentes a través de mi perdón.

2Mi perdón es el medio por el que la luz del mundo se expresa a través de mí. 3Mi perdón es el medio por el que cobro conciencia de la luz del mundo en mí. 4Mi perdón es el medio por el que el mundo sana, junto conmigo. 5Permítaseme, entonces, perdonar al mundo para que éste pueda sanar junto conmigo.
2. Algunas sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea son:

2Que la paz se extienda desde mi mente hasta la tuya, [nombre].
3Comparto la luz del mundo contigo, [nombre].
4Mediante mi perdón puedo ver esto tal como es.

3. (64) No dejes que me olvide de mi función.

2No me olvidaré de mi función porque quiero recordar mi Ser. 3No puedo desempeñar mi función si la olvido. 4Y a menos que desempeñe mi función, no experimentaré la dicha que Dios dispone que yo tenga.
4. Algunas variaciones específicas de esta idea son:

2No me valdré de esto para ocultarme a mí mismo mi función.
3Me valdré de esto como una oportunidad para desempeñar mi función.
4Esto podrá ser una amenaza para mi ego, pero no puede alterar mi función en modo alguno.

LECCIÓN 83

Hoy repasamos estas ideas:

1. (65) Mi única función es la que Dios me dio.

2No tengo otra función salvo la que Dios me dio. 3Este reconocimiento me libera de todo conflicto porque significa que no puedo tener metas conflictivas. 4Al tener un solo propósito, siempre estoy seguro de lo que debo hacer, de lo que debo decir y de lo que debo pensar. 5Toda duda no puede sino desaparecer cuando reconozco que mi única función es la que Dios me dio.
2. Las aplicaciones más concretas de esta idea podrían hacerse con las siguientes variaciones:

2Mi percepción de esto no altera mi función.
3Esto no me confiere una función distinta de la que Dios me dio.
4No me valdré de esto para justificar una función que Dios no me dio.

3. (66) Mi función y mi felicidad son una.

2Todas las cosas que proceden de Dios son una 3Proceden de la Unicidad* y tienen que ser recibidas cual una sola. 4Desempeñar mi función es mi felicidad porque ambas cosas proceden de la misma Fuente. 5Y debo aprender a reconocer lo que me hace feliz, si es que he de encontrar la felicidad.
4. Algunas variaciones útiles para aplicar concretamente esta idea podrían ser:

2Esto no puede separar mi felicidad de mi función.
3La unidad que existe entre mi felicidad y mi función no se ve afectada en modo alguno por esto.
4Nada, incluido esto, puede justificar la ilusión de que puedo ser feliz si dejo de cumplir mi función.

LECCIÓN 84

Éstas son las ideas para el repaso de hoy:

1. (67) El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.
2He sido creado a semejanza de mi Creador. 3No puedo sufrir, no puedo experimentar pérdidas y no puedo morir. 4No soy un cuerpo. 5Hoy quiero reconocer mi realidad. 6No adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que he forjado de mí mismo para reemplazar a mi Ser. 7He sido creado a semejanza de mi Creador. 8El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.
2. Las siguientes variaciones te pueden resultar útiles para las aplicaciones concretas de la idea:

2No me dejes ver en esto una ilusión de mí mismo.
3Mientras contemplo esto, quiero recordar a mi Creador.
4Mi Creador no creó esto como yo lo estoy viendo.

3. (68) El amor no abriga resentimientos.

2Los resentimientos son algo completamente ajeno al amor. 3Los resentimientos atacan al amor y oscurecen su luz. 4Si abrigo resentimientos estoy atacando al amor y, por ende, atacando mi Ser. 5De este modo, mi Ser se vuelve un extraño para mí. 6Estoy decidido a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy.
4. Estas variaciones de la idea te resultarán útiles para las aplicaciones concretas:

2Esto no justifica el que niegue mi Ser.
3No me valdré de esto para atacar al amor.
4No dejaré que esto me tiente a atacarme a mí mismo.

LECCIÓN 85

El repaso de hoy abarcará las siguientes ideas:

1. (69) Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.

2Mis resentimientos me muestran lo que no está ahí y me ocultan lo que quiero ver. 3Habiendo reconocido esto, ¿para qué los quiero? 4Mis resentimientos me mantienen en la oscuridad y ocultan la luz. 5Los resentimientos y la luz no pueden coexistir, pero la luz y la visión tienen que unirse para que yo pueda ver. 6Y para poder ver tengo que desprenderme de mis resentimientos. 7Quiero ver, y ése será el medio por el que lo lograré.
2. Las aplicaciones concretas de esta idea podrían hacerse de la siguiente manera:

2No permitas que haga de esto un obstáculo a la visión.
3La luz del mundo desvanecerá todo esto con su resplandor.
4No tengo necesidad de esto.
5Lo que quiero es ver.

3. (70) Mi salvación procede de mí.
2Hoy reconoceré dónde está mi salvación. 3Está en mí porque ahí es donde está su Fuente. 4No ha abandonado su Fuente, por lo tanto, no pudo haber abandonado mi mente. 5Dejaré de buscarla fuera de mí mismo. 6No es algo que se encuentre afuera y luego tenga que traerse adentro. 7Se extenderá desde dentro de mí, y todo aquello que vea no hará sino reflejar la luz que brilla en mí y en sí mismo.
4. Las siguientes variaciones de la idea son apropiadas para las aplicaciones más concretas:

2No dejaré que esto me tiente a buscar mi salvación fuera de mí mismo.
3No permitiré que esto interfiera en la conciencia que tengo de la Fuente de mi salvación.
4Esto no puede privarme de la salvación.

LECCIÓN 86

Éstas son las ideas para el repaso de hoy:

1. (71) Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

2Es inútil que ande buscando febrilmente la salvación por todas partes. 3La he visto en muchas personas y en muchas cosas, pero cada vez que traté de alcanzarla no estaba allí. 4Estaba equivocado con respecto a dónde se encuentra. 5Estaba equivocado con respecto a lo que es. 6Ya no emprenderé más búsquedas inútiles. 7Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. 8Y me regocijaré porque Su plan jamás puede fallar.
2. Estas son algunas de las variaciones que se sugieren para las aplicaciones más concretas de la idea:

2El plan de Dios para la salvación me librará de mi percepción de esto.
3Esto no es una excepción al plan de Dios para la salvación.
4Quiero percibir esto únicamente a la luz del plan de Dios para la salvación.

3. (72) Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación.

2Abrigar resentimientos es un intento de probar que el plan de Dios para la salvación fracasará. 3Sin embargo, sólo Su plan puede tener éxito. 4Al abrigar resentimientos, por lo tanto, estoy excluyendo de mi conciencia mi única esperanza de salvación. 5Mas no quiero seguir yendo en contra de mis propios intereses de esta manera tan descabellada. 6Quiero aceptar el plan de Dios para la salvación y ser feliz.
4. Las aplicaciones concretas de esta idea pueden hacerse utilizando las siguientes variaciones:

2Según contemplo esto estoy eligiendo entre la percepción falsa y la salvación.
3Si veo motivos en esto para abrigar resentimientos, no veré motivos que justifiquen mi salvación.
4Esto es un llamamiento a la salvación, no al ataque.

LECCIÓN 87

Nuestro repaso de hoy abarcará estas ideas:

1. (73) Mi voluntad es que haya luz.

2Hoy haré uso del poder de mi voluntad. 3No es mi voluntad andar a tientas en la oscuridad, temeroso de las sombras y amedrentado por cosas invisibles e irreales. 4La luz será mi guía hoy. 5La seguiré a donde me lleve, y contemplaré únicamente lo que me muestre. 6Éste será el día en que experimentaré la paz de la verdadera percepción.
2. Las siguientes variaciones de esta idea pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:

2Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver.
3(Nombre], estás en la luz junto conmigo.
4En la luz esto se verá de otra manera.

3. (74) No hay más voluntad que la de Dios.

2Estoy a salvo hoy porque no hay más voluntad que la de Dios. 3Siento miedo sólo cuando creo que hay otra voluntad. 4Trato de atacar únicamente cuando tengo miedo, y sólo cuando trato de atacar puedo creer que mi eterna seguridad se ve amenazada. 5Hoy reconoceré que nada de esto ha ocurrido. 6Estoy a salvo porque no hay más voluntad que la de Dios.
4. Las siguientes son algunas variaciones de la idea que pueden ser útiles para las aplicaciones concretas:

2Permítaseme percibir esto en conformidad con la Voluntad de Dios.
3La Voluntad de Dios, así como la mía, es que tú, [nombre], seas Su Hijo.
4Esto es parte de lo que la Voluntad de Dios ha dispuesto para mí, independientemente de cómo yo lo vea.

LECCIÓN 88

Hoy repasaremos estas ideas:

1. (75) La luz ha llegado.

2Al elegir la salvación en lugar del ataque, estoy simplemente eligiendo reconocer lo que ya está ahí. 3La salvación es una decisión que ya se tomó. 4El ataque y los resentimientos no existen como opciones. 5Por eso es por lo que siempre elijo entre la verdad y la ilusión; entre lo que está ahí y lo que no está ahí. 6La luz ha llegado. 7Solamente puedo elegir la luz porque no hay otra alternativa. 8La luz ha reemplazado a la oscuridad, y la oscuridad ha desaparecido.
2. Las siguientes variaciones pueden ser útiles para las aplicaciones concretas de esta idea:

2Esto no puede mostrarme la oscuridad, pues la luz ha llegado.
3Tu luz, [nombre] es lo único que quiero ver.
4No quiero ver en esto más que lo que hay ahí.

3. (76) No me gobiernan otras leyes que las de Dios. 2He aquí la perfecta declaración de mi libertad. 3No me gobiernan otras leyes que las de Dios. 4La tentación de inventar otras leyes y de permitir que me subyuguen me acecha constantemente. 5Sufro únicamente porque creo en ellas. 6Pero en realidad no me afectan en absoluto. 7Estoy perfectamente a salvo de los efectos de cualquier ley, excepto las de Dios. 8Y las Suyas son las leyes de la libertad.
4. Para las aplicaciones concretas de esta idea, las siguientes variaciones pueden resultar útiles:

2Mi percepción de esto me muestra que creo en leyes que no existen.
3Veo únicamente las leyes de Dios operando en esto.
4Permítaseme dejar que sean las leyes de Dios las que operen en esto, y no las mías.

LECCIÓN 89

Éstas son las ideas que vamos a repasar hoy:

1. (77) Tengo derecho a los milagros.

2Tengo derecho a los milagros porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios. 3Sus leyes me liberan de todos mis resentimientos y los reemplazan con milagros. 4Voy a aceptar los milagros en lugar de los resentimientos, los cuales no son sino ilusiones que ocultan los milagros que se encuentran tras ellos. 5Voy a aceptar ahora solamente aquello a lo que las leyes de Dios me dan derecho, de manera que pueda usarlo en beneficio de la función que Él me ha dado.
2. Puedes usar las siguientes sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea:

2Detrás de esto hay un milagro al que tengo derecho.
3No voy a abrigar ningún resentimiento contra ti, [nombre], sino que te voy a ofrecer el milagro al que tienes derecho.
4Visto correctamente, esto me ofrece un milagro.

3. (78) ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

2Mediante esta idea uno mi voluntad a la del Espíritu Santo y percibo las dos cual una sola. 3Mediante esta idea acepto mi liberación del infierno. 4Mediante esta idea expreso que estoy dispuesto a que todas mis ilusiones sean reemplazadas por la verdad de acuerdo con el plan de Dios para mi salvación. 5No haré excep-ciones ni sustituciones: 6Lo que quiero es todo el Cielo y sólo el Cielo, tal como la Voluntad de Dios ha dispuesto que lo tenga.
4. Las variaciones que pueden resultar útiles a la hora de aplicar concretamente la idea son:

2No quiero excluir este resentimiento de mi salvación.
3(Nombre], dejemos que los milagros reemplacen todos nuestros resentimientos.
4Detrás de esto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos
.
LECCIÓN 90

Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:

1. (79) Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.

2Hoy quiero darme cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. 3Quiero comprender también que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. 4Hoy quiero recordar la simplicidad de la salvación, reforzando la lección de que sólo hay un problema y sólo una solución. 5El problema es un resentimiento; la solución, un milagro. 6E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.
2. Para las aplicaciones concretas de esta idea puedes usar las siguientes variaciones:

2Esto supone un problema para mí que quiero que se resuelva.
3El milagro que se encuentra tras este resentimiento lo resolverá por mí.
4La solución de este problema es el milagro que el problema oculta.

3. (80) Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.

2La única razón de que parezca tener problemas es que estoy usando el tiempo indebidamente. 3Creo que el problema ocurre primero, y que debe transcurrir cierto tiempo antes de que pueda resolverse. 4No veo el problema y la solución como acontecimientos simultáneos. 5Ello se debe a que aún no me he dado cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, de manera que el tiempo no los pudiera separar. 6El Espíritu Santo me enseñará esto si se lo permito. 7Y comprenderé que es imposible que yo pudiera tener un problema que no se hubiese resuelto ya.
4. Las siguientes variaciones de la idea de hoy resultarán útiles para las aplicaciones concretas:

2No tengo que esperar a que esto se resuelva.
3La solución a este problema ya se me ha dado, si estoy dispuesto a aceptarla.
4El tiempo no puede separar este problema de su solución.