Con esta tercera parte doy por terminado el tema de tus TESOROS OCULTOS. Los mismos, no son ni más ni menos que las cualidades de todo Niño en su estado más puro. Ese estado en que todos hemos estado antes que los distintos sistemas de creencias nos "programaran" a su imagen y semejanza produciendo el olvido de nuestra misma escencia. Ese Niño que no dejaron ser, que frustraron de diversas maneras no se murió, no desapareció, yace en nuestro interior y el mismo seguirá expresándose desde sus lugares de carencia hasta que yo no mire hacia adentro, lo rescate y me haga cargo de una vez y para siempre de la única persona ,que desde el comienzo de esta historia llamada vida vine a hacerme cargo: YO.
Cuando rescates a tu Niño Interior, liberándolo, dejando que se exprese te estarás expresando desde tu misma escencia, ya dicen los grandes Maestros que el camino de la Iluminación es volverse un Niño Consciente. Entonces, al rescatar a tu Niño Interior estarás reencontrándote con tres cualidades que creías perdidas: ALEGRÍA, INTELIGENCIA E INOCENCIA.
Esto es lo que dice Osho en su Libro del Niño de la Inocencia:
Los niños pequeños son inocentes, pero no se lo han ganado, es natural. En realidad , son ignorantes, pero su ignorancia es mejor que la supuesta cultura, porque la persona culta está simplemente ocultando su ignorancia con palabras, teorías, ideologías, filosofías , dogmas y credos. Está tratando de ocultar su ignorancia, pero con solo rascar un poco no encontrarás en su interior sino oscuridad, no encontrarás sino ignorancia.
Los niños están en mucho mejor situación que las personas cultas porque son capaces de
ver. A pesar de ser ignorantes, son espontáneos, tienen atisbos de inmenso valor.
Un niño pequeño, al que le había entrado hipo, gritó:
-Mamá, estoy tosiendo al revés!
Una madre muy parlanchina llevó a su hijo a la consulta del psicólogo para que lo examinara. El Psicólogo examinó al pequeño y le sorprendió que no prestara atención a sus preguntas.
-Tienes algún problema oyendo?- le preguntó el Psicólogo
-No- contestó el niño- Tengo problemas escuchando
Entiendes lo que está diciendo?. Escuchar y oír son dos cosas totalmente diferentes. Es niño había dicho:- No tengo problemas oyendo, pero escuchar me cansa. Uno tiene que oír (la cotorra de la madre está ahí), pero tengo problemas escuchando. No puedo prestar atención. - La madre y su manera de cotorrear han detruido algo de valor en el niño: su capacidad de atención. Está completamente aburrido.
La cena había terminado. El padre y su hijo de nueve años estaban en la sala de estar mirando televisión. La madre y la hija estaban en la cocina lavando los platos sucios de la cena. De repente, el padre y el hijo escucharon un tremendo sonido al romperse algo en la cocina. Esperaron un momento sobresaltados pero no escucharon ni un ruido.
- Ha sido mamá la que ha roto el plato -dijo el niño.
-Cómo lo sabes? -preguntó el padre.
-Porque -respondió el hijo -no ha dicho nada!
Un vendedor que había estado trabajando en el área de Nueva Inglaterra iba a ser trasladado a California. El traslado había sido el principal tema de conversación en su casa durante semanas. La noche anterior al gran traslado, su hija de 5 años se puso a rezar sus oraciones y dijo:
-y ahora Dios, me tendré que despedir para siempre porque mañana nos vamos a California.
