UN MUNDO DONDE 1+1=1

Espiritualidad no es comer esto y no comer aquello, tampoco tiene que ver con no practicar la sexualidad o hacerlo de tal o cual manera, o cosas por el estilo. Al emitir este tipo de juicios lo único que muestro es estar parado en la vereda de la separación, de la fragmentación.
Es una tremenda falacia hablar de que alguien es tan espiritual (presupone que otros no lo son). No se es más espiritual o menos espiritual ya que todos somos una Consciencia Divina en un cuerpo, todos somos seres espirituales.
Sí, es verdad que hay quienes son más concientes o más inconcientes para poder experimentar la Consciencia Divina de la que todos somos parte.

Mientras seguimos experimentando la dualidad, mientras seguimos percibiendo el mundo de manera fragmentada como algo separado de uno mismo, llenándonos y llenándolo todo de juicios, más dormidos estamos.
Experimentar la Espiritualidad es vivir en un mundo donde 1+1=1.

Cuando 1+1=1, soy conciente de que todo lo que sucede es parte de mi. No hay separación, no hay fragmentación.
La violencia externa es el reflejo de la violencia iterna, la corrupción externa es el reflejo de la corrupción interna, la falta de respeto es el reflejo de la falta de respeto a mi misma/o.
Si ataco la violencia, la corrupción, la falta de respeto lo único que hago es reforzarlo ya que un principio fundametal que aprendemos en Reiki es "Donde está tu atención, está tu energía". Todo lo que se resiste se resiente y se potencia. De ese modo vivimos falazmente desde nuestra percepción distorcionada en el mundo del: 1+1=2

En el mundo del 1+1=1, cuando asumimos el compromiso de la  practica de la espiritualidad somos concientes de que todo lo que veo manifestado fuera de mi es un reflejo de mi interior. Por lo tanto si percibo violencia reviso mi violencia interna, si percibo corrupción reviso donde yo soy corrupto conmigo mismo, donde me miento, donde me estafo ; si percibo falta de respeto reviso en que modo me falto el respeto.
De esta manera un panorama completamente distinto se abre ante nosotros, todo se resignifica de pronto, el drama se esfuma como por arte de magia. Nos damos cuenta que la Vida es un Espejo. Pero antes que nada voy a necesitar aplicar el 1+1=1 en mi. No podré vivir en el mundo del 1+1=1 si estoy fragmentada sintiendo una cosa, pensando otra y haciendo una tercera.

Vivimos en la Sala de los Espejos porque 1+1 es 1 y todo, absolutamente todo es un reflejo de mi, cada relación desde las más bellas a las más difíciles, desde las más cercanas a las más casuales, cada cosa que experimento es un espejo que me indica como voy en el camino del despertar.
Todo es un juego, una excusa para despertar. Todos somos instrumentos/espejos ayudándonos unos a otros a sanar, crecer, evolucionar, tomar conciencia para poder experimentar la Consciencia.Valiosísimos y benditos espejos que me sirven para ver que aspectos aún debo sanar o trabajar y cuales espacios o aspectos de plenitud voy conquistando.
Bienvenidos al mundo donde 1+1 es 1... es tu elección.