Les debía la segunda parte de esta historia, esta hermosa historia que Reiki viene escribiendo en mi vida...
Ante todo, Reiki puso "en mis manos" muchos conceptos, ideas, verdades sentidas, percibidas por mi y aprendidas en parte por la vida, en parte por esa nena super sensible e intuitiva que fui una vez (a la cual Reiki me ayudó a rescatar y a volver a ocuparme de ella) y en parte por la inquietud por buscar y leer a tantos Maestros, y filosofías de vida.
Si bien existía una clara percepción en mi ,todo lo adquirido y aprendido eran verdades que no solo eran leidas e intelectualizadas, sino sentidas desde un lugar muy profundo de mi ser, una sensación hasta física, múy difícil de explicarles, algo, un golpe, una corriente muy especial en el chakra del corazón que sentí desde que tengo uso de razón Reiki hizo que lo sintiera en mi Ser de un modo exponencial.
Comencé a sentir todo de un modo más holístico, creo que esa es la palabra más acertada, a todo nivel. Sentí creo, que por primera vez el verdadero concepto de estar "aquí y ahora siendo un ser de luz en un cuerpo humano"desde la primera vez que sentí el fluir de la Energía Vital Universal en mis manos en adelante.
Allí emprendí asistida por la Energía Vital Universal, que es puro Amor Divino , un intrépido viaje al centro de mi mismo es lo que le explico a cada cliente con el que nos conocemos. Encontré hoy mucho más acertada la palabra cliente que paciente ya que según la R. A. E "paciente es alguien que recibe, espera, padece y es o va a ser reconocido por la medicina" mientras que " cliente es una persona que está bajo la protección o tutela de otra" y yo me siento muy en sintonía con este último concepto como Terapeuta en Reiki, siento que es una actividad maternal, siento que el trabajo que uno desarrolla es como el de una madre , curando heridas, protegiendo, conteniendo, curando las alas rotas hasta que cada uno pueda remontar un vuelo magistral hacia una Nueva vida, una buena vida...
En este viaje que recorrí hacia mí misma me topé cara a cara con lo mejor y lo peor de mí, mis zonas de carencias, mis sombras, las cosas que creía haber perdonado pero que en realidad, solo había maquillado con mucha teoría espiritual. Es un viaje magnífico, una aventura hacia mi verdad, hacia realizarme como el Ser de luz que soy día a día y si, por momentos me pierdo en algún paraje en el que socarronamente, me mete mi Ego ya aprendí que Reiki, que es mi brújula divina me trae de nuevo a la verdad, a mi verdad, a la de todos, a ese punto en el que Yo soy vos, y vos sos yo y todos somos Uno porque todos somos Amor Divino encarnado en un cuerpo para realizar en este mundo de las formas nuestra divinidad...
Namasté,
Que la luz del Reiki te envuelva,
Marisela
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