Los invito a emprender un viaje a su escencia de luz...
Concentrate en el punto que se encuentra entre tus ojos y allí visualizá una luz. Comenzá por llevar esa luz hacia el centro de tu cabeza, iluminá tu mente para que tus pensamientos sean puros y bellos. Lleva esa luz a tus oídos para escuchar siempre lo bueno, a tus ojos para que ellos solo vena lo bueno en todo y en todos.
Llevá esa luz a tu boca para que todas las palabras que salgan de ella sean sagradas, puras, bellas , de ayuda a quien lo necesite, pensá en que nunca una palabra tuya dañará o hará sentir mal a otro. Luego llevá esa luz a tu nariz, respirá profundo, sentí que inhalas luz, tus pulmones se llenan de luz, y que de ahora en más cada vez que respires vas a purificar y sanar tu cuerpo.
Llena toda tu cabeza de luz, cada parte, por dentro y fuera y comenzá a bajar por el cuello, llená el cuello y los hombros de luz, se relajan aún más...
Continua llevando esa luz por los brazos y manos, visualizalos llenos de luz y pedí que todo lo que hagan tus manos sea para servir a los demás, para ayudar...
Llevá la luz a las piernas y pies, llenalos de luz para que siempre te lleven donde puedas servir. Trae la luz a tu abdomen y llená de luz cada órgano que allí se encuentra, una luz sanadora y purificadora.
Llevá la luz al centro de tu pecho y llená de luz tu corazón, que al llenarse de luz , se llena más y más de amor. Comenzá a expandir ese amor desde el corazón, a tus seres queridos, visualizalos llenos de luz, y enviales todo el amor. Luego llená de luz toda tu casa, toda la ciudad. Visualizá todo el país lleno de luz, todo le mundo como una gran bola de luz.
Por último visualizá todo el Universo lleno de luz, sentite parte de él, ya no hay diferencia entre vos y el universo entero: todo es luz, todo es amor, todo es UNO...
Que lo disfrutes,
Namasté
Marisela
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