LA SOMBRA COMO CAMINO HACIA EL BIEN VIVIR

La Sombra es uno de los arquetipos principales según la Psicología Analítica de Carl G. Jung quien definió como Sombra a todos los aspectos negados, ocultos e inconscientes de uno mismo.

Al explorar nuestra sombra no solo nos encontramos con lo negado, "lo más terrible de nuestro ser." También la sombra implica una poderosa fuerza , incluso podemos encontrar cualidades dormidas  en ella.
Para que se entienda lo que quiero decir, un delincuente, un homicida,  tendrá en su sombra un aspecto "bien intencionado" . La Sombra es mi parte negada, escondida, que al aceptarla  nos da la libertad de ser seres completos. "Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma " decía Carl G. Jung.

En palabras de Carl G. Jung: " El hombre inconsciente, es decir, su Sombra no consiste solo de tendencias moralmente reprobables, sino que también ostenta muchas cualidades positivas , como instintos normales, reacciones apropiadas , insights realistas, impulsos creativos, etc"

Un ejemplo personal: hace un tiempo yo sufría en demasía y expresaba que "me sacaba" la gente irrespetuosa, avasallante.
 He ahí algo para aprender, cada vez que algo ó alguien "te saquen" existe un aspecto proyectado de tu sombra y esa es la razón por la cual esa persona ó situación te sacan de tu eje, Lo que no quita que  la situación sea una verdadera "canallada". Pero el tema no es el otro, el tema es que no te saquen de tu centro. Cuando algo te saca de tu centro, te está tocando un punto vulnerable. En mi caso, ese aspecto de mi sombra que proyectaba era mi incapacidad para poner límites, para decirle al otro "Basta!". Como podrás ver, no era un aspecto moralmente reprobable, ni mucho menos. Tenía en este caso en mi sombra a mi Marisela que podía ejercer su capacidad de poner límites, solo que la tenia en la mochila.

Al aceptar nuestra sombra se nos devela nuestra totalidad , esa totalidad compuesta por fuerzas antagónicas en constante lucha: el  bien y el mal, lo femenino y lo masculino en nosotros, lo racional y lo irracional, lo consciente y lo inconsciente.

Aceptar nuestra sombra implica  integrar las fuerzas opuestas y  conectamos con nuestra totalidad, nos volvemos seres completos soltando culpas, sentimientos de vulnerabilidad, la constante y dura crítica que ejercemos hacia nosotros mismos. Aceptando ese que somos , nuestras fortalezas y debilidades, sentimientos y necesidades. Entonces, nos volvemos más humanos...

Dejamos de condenar duramente, dejamos de demonizar al "otro", básicamente, porque entendemos que somos también ese "otro". Todos somos sapos , princesas, ogros, heroinas, críticos severos, niños vulnerables, protectores, y largos etc. Todos estamos hechos de luces y sombras.

Cómo podríamos entonces condenar a ese "otro"?

En el encuentro con la propia sombra está la transformación. Ya lo dijo, Jung : "Nadie se ilumina fantaseando en figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad".

A partir del encuentro cara a cara con la sombra que podremos ser verdaderamente compasivos y tolerantes con el otro y es, también a partir de este encuentro del cual surge la Autoestima. La verdadera autoestima tiene que ver con aceptar la sombra. Una persona con buen autoestima primero debe conocerse a si misma, amarse y aceptarse en su totalidad.

En el encuentro con la propia sombra hay un tesoro esperando por nosotros, la transformación verdadera, y la verdadera posibilidad de comprender al "otro" como un ser tan vulnerable como yo...